Por Dariana Rodríguez Barral
En el año 1938, el Dr. Emilio Roig de Leuchsenring fundó la Oficina del Historiador de la Ciudad con carácter autónomo y la responsabilidad de fomentar la cultura habanera, nacional y sus vínculos internacionales, legándonos el ejemplo de una infatigable lucha por la conservación de los monumentos históricos de La Habana y los bienes ubicados en la capital de la república que corresponden al patrimonio nacional (…) Es este parte del texto de la tarja, que develara en horas de la mañana del 4 de octubre, en el Museo de la Ciudad, el Dr. Eusebio Leal Spengler.
En presencia de trabajadores de la Oficina del Historiador, vecinos del Centro Histórico, amigos y transeúntes, se realizó en el portal del Museo un emotivo acto, donde el Historiador de la Ciudad hizo un recuento por el camino transitado y los compromisos futuros.
“Tenemos el poder de la autoridad moral de haberle dado valor en nombre del Estado a este territorio (…) Esto sería un oscuro arrabal de no estar restauradas las plazas principales. Miles de personas viven bajo techo seguro. Construimos Hogar Materno, Centro de Salud Mental, Centro de niños discapacitados; construimos los primeros y más eficaces consultorios de familia. Levantamos escuelas, las hicimos modélicas (…) Nos ocupamos en cada museo, en los momentos más críticos, de los mayores, de los que sufrían orfandad, de los más pobres, que siempre los tendremos con nosotros. Pobres de salud, pobres de esperanza, pobres de trabajo (…)”
Dedicó esta develación al aniversario 90 de Fidel Castro y al continuador de la Revolución, Raúl Castro. “Volvamos a la esencia de por qué esta lápida. Porque no puedo escribir en bronce lo que ahí está escrito. Yo conozco el espíritu del legislador y de su continuador; que en idénticas circunstancias, hace unos pocos días, veintitantos años después, me llamó en el mismo lugar, y en el mismo sitio para preguntarme lo mismo, y para decirme “dejemos por escrito, para cuando no estemos ni tú, ni yo, el destino de lo histórico, de lo que ustedes han trabajado y han hecho”
Por último, instó a los actuales trabajadores de la Oficina y las nuevas generaciones, a luchar por lo logrado durante tantos años. “Esa es nuestra labor, lo que se caiga lo plantamos, lo que se apague lo encendemos, lo que está sucio, lo arreglamos, y vergüenza nuestra sería perder el espacio que hemos conquistado.”