Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
El próximo primero. de octubre, a las diez de la mañana, en la Quinta de los Molinos, se desarrollará el Festival del Monte, encuentro convocado por la iniciativa Planta! de la Sociedad Cubana de Botánica y la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana.
En esa ocasión, niños y adolescentes podrán adquirir conocimientos generales sobre las plantas mediante juegos didácticos y de participación.
Por otra parte, entre el 15 y el 22 de octubre, siempre a las diez de la mañana, este espacio de la capital cubana será la sede del III Encuentro Cuidemos a la Naturaleza, cita que abarcará muestras expositivas de bonsáis, plantas ornamentales (orquídeas, cactus y otras), artesanías, condimentos, vinos y fertilizantes, así como elementos vinculados con el cultivo de plantas y para el cuidado del medio ambiente.
Desde hace varios años, la Quinta de los Molinos se ha convertido en uno de los intereses de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, encargada de recuperar este jardín de elevados valores históricos, patrimoniales y ambientales.
En sus terrenos se encuentran distribuidas unas ciento setenta especies vegetales, de ellas 14 endémicas de la flora cubana. En cuanto a la fauna silvestre asociada a la vegetación, habitan más de sesenta y cinco especies, de ellas diecinueve de moluscos (siete fluviales y doce terrestres), incluyendo un endémico local, dos de anfibios, ocho de reptiles, treinta y dos de aves (catorce migratorias) y cinco de mamíferos.
La Quinta de los Molinos debe su nombre a la existencia en el lugar de dos molinos de tabaco que funcionaron entre los siglos XVIII y XIX, movidos por el agua de la Zanja Real, el primer sistema de acueducto cubano. Una vez desaparecidos los molinos, se trasladó a este sitio el Jardín Botánico de la ciudad y fue casa de descanso de los capitanes generales de la Isla en la época colonial. Años después devino residencia del general Máximo Gómez, prócer de la independencia cubana; y luego estuvieron las escuelas de botánica y de Segunda Enseñanza de La Habana, además del Museo Máximo Gómez.