Concluye VI Diplomado “Medios para comunicar el Patrimonio”. Queda el vínculo, la responsabilidad

Tomado del sitio web Habana Radio
Por Thays Roque Arce

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Fotos: Christian Erland

El VI Diplomado Internacional “Medios para Comunicar el Patrimonio”, que desde el 17 de junio reunió en esta capital a periodistas y especialistas de diversas disciplinas, llegó a su fin este viernes, en acto oficial celebrado en el Aula Magna del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana.

La iniciativa organizada por la Dirección de Comunicación de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana en conjunto con la Oficina Regional de Cultura para América Latina y el Caribe de la UNESCO en la capital cubana y el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí” de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) cerró este nuevo capítulo con la entrega de los certificados acreditativos en ceremonia presidida por Magda Resik, Directora de Comunicación de la Oficina del Historiador.

Magda Resik, Directora de Comunicación de la Oficina del Historiador

Magda Resik, Directora de Comunicación de la Oficina del Historiador

“La comunicación del patrimonio es el único modo de garantizar su preservación y salvaguardia”, expresó Resik, quien calificó el ejercicio académico de reparador y enriquecedor para los estudiantes, a juzgar por los trabajos finales defendidos en las últimas fechas.
Con esta sexta graduación suman 220 los graduados del Diplomado Medios para Comunicar el Patrimonio, de los cuales cerca de 50 son del continente. “Este Diplomado les ha permitido dominar mucho más herramientas importantes para el ejercicio de la comunicación del Patrimonio, como el conocimiento de toda la legislación vigente alrededor de esta temática, en el mundo y en el escenario latinoamericano y cubano”, argumentó.

Con alumnos provenientes del territorio nacional (La Habana, Matanzas, Villa Clara, Camagüey, Granma, Santiago de Cuba) y de México, Ecuador, Colombia, Chile, Guatemala, y Perú, el diplomado aunó las experiencias de los profesionales de estos países junto  a una reflexión científica sobre la comunicación de los temas patrimoniales.
“Ha constituido un momento especial la satisfacción de ver que han crecido como profesionales, que han sido capaces de tejer esa interrelación entre todos, aprender de las experiencias de cada uno para enriquecer la propia. Este es el premio mayor del Diplomado”, comentó Resik refiriéndose al intercambio de prácticas sobre la gestión del patrimonio y su comunicación que desarrolló el grupo de 35 estudiantes.
En nombre de los diplomantes extranjeros latinoamericanos presentes en la cita académica, Euda Morales, profesional de la gastronomía y periodista guatemalteca, agradeció a los organizadores del evento y a sus compañeros por las herramientas e ideas brindadas. “Nos vamos llenos de experiencias, de los mejores conocimientos, de haber compartido y tener el acceso a los mejores profesores. Valoramos todo el tiempo la dedicación de ustedes para que este diplomado haya sido posible (…) Cada uno de nosotros tenemos hoy un reto muy grande: seguir transmitiendo el patrimonio de la mejor manera posible”.

Para continuar la tradición, Reinaldo Cedeño, periodista, poeta y crítico santiaguero intervino para asegurar que en el curso no ha habido distinciones: “ni extranjeros, ni cubanos, todos hemos sido amigos”. El también Premio Nacional de Periodismo Cultural destacó la continuidad del vínculo en la distancia, a través de abrazos electrónicos, cuando cada uno regrese a sus ciudades. Una forma vital para establecer la ansiada red de comunicadores del patrimonio que ha formado este curso desde su fundación.

El santiaguero Reinaldo Cedeño

El santiaguero Reinaldo Cedeño aseguró que no ha habido cubanos ni extranjeros, sino amigos

El Centro Histórico habanero, en una suerte de campus universitario, les permitió entender el proceso de rehabilitación integral en esta zona antigua de la ciudad. “Espero que les haya permitido también llevarse un punto de referencia, una visión otra de un proceso de restauración que, sin ser un modelo, les propone una forma de gestión que puede ser estímulo para cualquiera de las labores que realizan en sus respectivos escenarios”, explicó Resik.
En la actividad también estuvieron presentes Ileana González, Vicedecana Docente del Instituto de Periodismo, Elena Nápoles, oficial del programa de Comunicación de la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de la Unesco y Lisset Ametller, coordinadora del Diplomado.
La formación de profesionales con una visión global del fenómeno de la comunicación del patrimonio es un objetivo que empieza a ganar espacio en las agendas de UPEC, y en su instancia docente, el Instituto Internacional de Periodismo “José Martí”. Pero también debe serlo para las facultades de comunicación que existen en las universidades del país, de la forma en que se imparten otros contenidos como el periodismo deportivo o el lenguaje de las agencias de prensa.

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Sobre la utilidad de traer de vuelta a la Academia un tema como la comunicación del patrimonio, Magda Resik reconoció: “Nuestros profesionales no están preparados para asimilar una materia como esta, y les faltan instrumentos para poder trabajar un asunto tan necesario las vidas sociales, económicas, culturales de nuestros países”.
Por su parte, Elena Nápoles llamó a pensar el patrimonio como un fenómeno transversal, en el que deben ser halladas nuevas aristas y fuentes a fin de establecer una red constante de colaboraciones temáticas desde las cuales salvaguardar el patrimonio. Tomando a los medios de comunicación como los principales aliados, señaló que para ser efectivos deben ser sistemáticos en el mensaje.

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La red de comunicadores del patrimonio se enriquece con los 35 nuevos graduados de esta sexta edición

El Diplomado Internacional Medios para Comunicar el Patrimonio es fuente de buenas prácticas en la divulgación de nuestros valores auténticos, propicia el intercambio y la reflexión crítica sobre la labor comunicativa en ese sentido; y teniendo en cuenta la voluntariedad y excepcionalidad de los profesores, y las diversas realidades que convergen en sus aulas cada año, se convierte en un espacio crítico y fecundo para comunicar riquezas culturales.

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