Por Celia María González
Tomado del Semanario digital de Opus Habana
Dedicado a La Habana, el XIV Encuentro Manejo y Gestión de Centros Históricos contó con la participación de más de 150 expertos y especialistas en gestión patrimonial.
Desde hace algún tiempo, La Habana se encuentra en el punto de mira de la escena internacional. El aumento de la afluencia de turistas al territorio, el desarrollo de la actividad portuaria con fines lúdicos y el incremento de las inversiones de capital extranjero, son algunos elementos que obligan a repensar líneas de desarrollo para la capital cubana, que incluyan estrategias de preservación y conservación del patrimonio histórico cultural contenido en su Centro Histórico.
Este fue uno de los propósitos fundamentales del XIV Encuentro Manejo y Gestión de Centros Históricos, que reunió a más de 170 arquitectos, proyectistas, economistas, y otros especialistas vinculados a la gestión patrimonial. Las palabras de clausura estuvieron a cargo de Patricia Rodríguez Alomá, directora del Plan Maestro, quien exhortó a que «Hablemos de La Habana no quede solo en el título de este evento, sino que se convierta en espacio sistemático y constante, plural y continuo para acompañar el desarrollo de nuestra ciudad».
Durante cuatro días sesionaron cinco paneles teóricos que abordaron diferentes aristas de la ciudad: Patrimonio Cultural e identidad, modelado por Magda Resik, directora de Comunicación de la Oficina del Historiador; Patrimonio Cultural y Economía, por Rafael Betancourt, del Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana; Patrimonio Cultural y Población, por Martha O. Pérez, socióloga del Plan Maestro para la Revitalización Integral de La Habana Vieja; Patrimonio Cultural y Territorio, por Pablo Fornet, subdirector del Plan Maestro. Mención especial merece el panel Hablemos de La Habana, por contribuir directamente a la elaboración de una matriz DAFO, herramienta que en este caso específico permite conocer la situación real en que se encuentra La Habana Vieja y su Centro Histórico, además de planear una estrategia de futuro. Este panel sesionó en dos partes: la primera concentró el análisis en las fortalezas y debilidades, mientras que la segunda lo hizo enfocado en las oportunidades y amenazas. Contó con la participación de expertos de alto nivel como Carlos García Pleyán, asesor del Plan Maestro; Miguel Coyula; Rosendo Mesías, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo; José Mena, director de Urbanismo del Instituto de Planificación Física; Norma Rosa Barbacci, de World Monuments Fund; Ronald Shiffman, de Pratt Programs for Sustainable Planning and Development; así como Jasper Goldman y Felipe Rutllant, de Friends of Havana.
Entre los principales temas abordados estuvo la necesidad de crear un marco legal que sirva de apoyo a la gestión patrimonial. En este se hizo énfasis en la implementación del Plan General de Territorial y Urbano de La Habana, y en la elaboración de disposiciones como una ley del suelo. Especialistas coincidieron en afirmar que La Habana tiene muchas potencialidades en materia patrimonial, no solo en los polos reconocidos, como el Centro Histórico, sino también en zonas como Habana del Este (Cojímar, playas del Este) y las localidades anexas a la rada habanera (Casablanca, Regla y Guanabacoa). «La Habana es mucho más de lo que todos hablan», expresó Víctor Marín durante su intervención en el panel Hablemos de La Habana, «Esos diamantes que tenemos en cada cuadra, cada localidad… deben ser reconocidos y deben ser también objeto de un plan de gestión». Además, hubo visitas dirigidas a lugares de interés histórico patrimonial, pertenecientes a la Oficina del Historiador de la Ciudad, entre ellos la Quinta de los Molinos, y otros inscritos como proyectos de emprendimientos creativos, tal es el caso del Callejón de los Barberos, en la comunidad del Santo Ángel.