Por Beatriz Junco, especialista de la Dirección de Gestión Cultural
A menudo escuchamos que la misión de un diseñador es fundir el arte con la vida para lograr el embellecimiento o estetización de lo cotidiano, pero pocas veces nos detenemos a pensar en la complejidad de este empeño.
Raúl Valdés -más conocido como Raupa- es uno de los jóvenes profesionales cubanos que asumen a diario ese desafío. Desde que se graduó del Instituto Superior de Diseño (ISDI) en el año 2005, su trabajo se perfiló específicamente hacia las variantes promocionales de la gráfica y la animación, en una labor ininterrumpida que denota su capacidad de síntesis y objetividad comunicativa, así como su particular manera de ver y transformar el mundo.
Raupa pone de manifiesto versatilidad y copiosa imaginación para promover eventos, fundamentalmente culturales, aunque también ha asumido la realización de algunos materiales didácticos entre los que quizás recuerdes sus simpáticas animaciones alusivas a la contaminación acústica y el arrojo de desechos sólidos en espacios marinos.
Múltiples carteles cinematográficos, catálogos de exposiciones, cubiertas para libros y discos musicales llevan su marca personal. Algunos programas televisivos como Casa Abierta y Piso 6 de Cubavisión Internacional cuentan en la actualidad con su diseño y rediseño audiovisual respectivamente. Largometrajes producidos por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC) como Kangamba y Los dioses rotos tienen también su impronta en los créditos iniciales y finales.
Ya sea de forma conjunta o en solitario, Raupa ha asumido además la realización de varios spots promocionales y video clips. Para algunos spots, como por ejemplo el del Festival de Teatro de La Habana (2009), el de la X Bienal de La Habana (2009) o el del VI Coloquio Internacional de Musicología (2010); se vale de la animación digital y la posibilidad que le ofrecen algunos programas para modelar sus figuras. Para otros, como por ejemplo el que realizara para instar a participar en el proyecto de Rutas y Andares (2008) o los que hiciera luego con motivo de la muestra antológica Nkame de Belkis Ayón (2009) y el premio Nacional de Artes plásticas otorgado a René Francisco (2010); Raupa emplea la técnica conocida como Photoanimation en la que toma como base una fotografía digital y le incorpora animaciones que le confieren gran atractivo visual al producto.
Raupa concurrió en la realización de video clips de temas como Saltando suiza (2009), de Harold López-Nussa, Mamífero nacional (2011) de Eliades Ochoa y Buena Fe o El vuelo del moscardón (2013) de Aldo López Gavilán, que luego resultaron premiados por el proyecto Lucas en la categoría de Animación. Pero él no se limita solo a este tipo de obras en las que hace gala de sus habilidades como dibujante, también trabaja el video. A veces, combinando la imagen captada de la realidad con sus ilustraciones y otras, valiéndose únicamente de la cámara y las potencialidades dramáticas de la luz cuando incide en determinados puntos. Así se puede apreciar, por ejemplo, en el spot que promocionó en el año 2011 la puesta en escena de Noche de Reyes en el teatro Trianón y en algunas de las producciones que ha asumido para el ICAIC y la Oficina del Historiador entre las que no podemos dejar de citar sus campañas para la Muestra Joven y la Ruta Joven.
Raupa nació en La Habana Vieja y en sus obras descubrimos entornos abigarrados probablemente marcados por las texturas de los edificios barrocos semiderruidos y los espacios sobrecargados que acompañaron su infancia. Pocos como él ponen tan especial atención a los detalles usualmente considerados intrascendentes, prescindibles y hasta antiestéticos. Donde otros ven destrucción, desorden, incoherencia, Raupa ve creatividad, vitalidad, transformación, crecimiento… parece ser más que nada, una actitud ante la vida.
Es impresionante cómo logra recrear mundos imaginarios tan enigmáticos y creativos con pinceladas de humor tan cubanas, tan suyas. Incluso a veces mientras habla tenemos la sensación de que va modelando otra de sus creaciones sin necesidad de lápices, ni programas informáticos. Simplemente, comienza a tejer historias que ya nadie puede interrumpir y todos a su alrededor quedan atrapados en su red de exageraciones, metáforas, onomatopeyas y caricaturescas pantomimas.
Durante los meses de mayo y junio quizás tuviste la oportunidad de ver expuesto una parte de su trabajo en su segunda exposición personal que inaugurara bajo el título Story de mi vida en la galería Villena. Esta acción se sumaba a la ya considerable lista de reconocimientos que ha recibido Raupa por el valor artístico de su obra, pues aunque no podamos determinar si es un artista que diseña o un diseñador que hace arte, lo que sí es innegable para todos por igual es el mérito de sus ingeniosas invenciones.