Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
La fiesta del arte danzario continúa invadiendo los más recónditos sitios del Centro Histórico habanero. Hasta los parques, plazas y museos llega la 21 edición del Festival Internacional de Danza en Paisajes Urbanos: Habana Vieja, Ciudad en movimiento, que propicia una vez más el acercamiento de la danza a un público diverso, a la vez que revaloriza el patrimonio arquitectónico de la antigua urbe.
Al igual que las precedentes, la tercera jornada propuso espectáculos diversos: clases magistrales, talleres, exposiciones, proyecciones de audiovisuales, y otras propuestas.
En la Calle de Madera, frente a la Plaza de Armas, mostró su arte la Compañía Danzas Tradicionales JJ con la coreografía Noneto, que enardeció a los numerosos espectadores. Luego la muchedumbre siguió al pasacalles de Gigantería hasta la calle Mercaderes y Obrapía, donde se presentaron las obras Retrospectiva, de Danza Fragmentada (Guantánamo) y Aislada, de Grandanza (Granma).
La próxima parada fue en el parque Rumiñahui, que se repletó de espectadores, quienes apreciaron las interpretaciones artísticas de bailarines de la Escuela Nacional de Danza del SODRE (Uruguay), la Escuela Vocacional de Arte Alfonso Pérez Isaac (Matanzas) y la Escuela Provincial de Arte Samuel Feijoo (Villa Clara).
El encuentro, que dignifica a la ciudad a partir de la danza, según ha afirmado Isabel Bustos, directora de Danza Retazos, se realiza, desde 1996, cada año en el Centro Histórico de La Habana. Es organizado por la compañía Retazos, la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y apoyado por el Centro de Teatro de La Habana.