Por Luz Marina Fornieles Sánchez. Servicio Especial de la ACN
Siempre hay muchas y diversas motivaciones cuando se toma rumbo hacia el Centro Histórico de La Habana Vieja.
Solos, en parejas, con amigos o la familia, el objetivo del viaje tendrá varias apetencias y por lo general se emprende sin prisa ni horario predeterminado.
De tanto ser ponderadas, cualquiera podría pensar que las bondades y atributos de la zona más añeja de la capital no se renuevan, que siempre es lo mismo.
Error, el referido entorno, declarado por la UNESCO desde 1982 Patrimonio de la Humanidad, tiene novedades para conquistar, a pesar de la multiplicidad de intereses de todos aquellos que frecuentan a diario sus arterias, instituciones y red de instalaciones de diverso corte que pululan en tan selecto ámbito.
Un renovado centro histórico con una bien agitada vida cultural, completa, en un amplio diapasón, estaba urgido de una herramienta que contribuyera a diseminar la información cultural y social a sectores más amplios de la sociedad.
Fue así como hace ya tres lustros nació el Programa Cultural, una publicación mensual editada- desde noviembre del 2000- por la Dirección de Gestión Cultural de la Dirección de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de La Habana.
Este soporte comunicativo desde principios de cada mes se hace eco de los conciertos, espectáculos teatrales y danzarios, exposiciones, coloquios de fotografía, encuentros, talleres, ciclos de películas y videos, concursos y conferencias que se sucederán en sus dominios.
Reflejo fiel de la intensa vida cultural del Centro Histórico este tabloide va dirigido a diversos públicos y entre sus secciones, lo mismo hay propuestas para los pequeños como para los adultos mayores.
Impreso por Palcograf, con una tirada de mil 700 ejemplares y totalmente gratis, pudiera pensarse -y de hecho sucede mucho- que su alcance resulta limitado y no es así, precisamente. Es natural que exista la aspiración de poder soñar con una mayor cantidad en lo adelante, pero de momento estas son las realidades de hoy, pues el papel, las tintas…siguen siendo deficitarias y costosas en un país como el nuestro.
Dado su preciado contenido es replicado por los medios de prensa, sus números pasados de mano en mano y sus notas y reseñas comentadas de boca en boca, pero hay más: toda su información se inserta en diversas páginas web, como Habana Cultural (www.habanacultural.ohc.cu), Habana Patrimonial (www.ohch.cu) y Habana Radio (www.habanaradio.cu); así como su síntesis aparece en boletines electrónicos como el de la Revista Opus Habana y en Esta Semana en el Centro Histórico.
En el mes en curso, por ejemplo, descuellan en sus páginas, entre otras muchas opciones, la celebración el venidero 21 del Día Mundial de la Poesía, en la casa dedicada a esa expresión literaria; varias actividades de recordación del Pintor de Iberoamérica, el ecuatoriano Oswaldo Guayasamín, por el aniversario 17 de su desaparición física, y la Semana de la Francofonía.
También su portada y un texto en su interior dan cuenta de que medio centenar de reproducciones de cuadros del Museo del Prado rodean ya la verja del Castillo de la Real Fuerza, en el quinto año del proyecto El Prado en las Calles.
Hasta principios de mayo, el público podrá apreciar entonces 53 imágenes de máxima fidelidad de maestros- Diego Velázquez, Francisco de Goya, Caravaggio, El Bosco, Durero y Rembrandt -, representativos de las escuelas española, italiana y flamenca, incluidas en la colección de la prestigiosa pinacoteca.
Qué gustazo el de admirar tales obras, en los predios coloniales citadinos, muy cerca, a solo unos pasos para ser más precisos, de donde tuvo lugar la fundación de la Villa de San Cristóbal de La Habana, que ya se acerca a su medio milenio.
Y si se enteró de tal propuesta por el Programa Cultural, de seguro le augurará, como esta reportera, una larga data a este tabloide, que con una muestra, reseñada en su entrega de marzo del 2016, celebró sus 15 años de promoción para la cultura. (ACN)