Tomado del sitio web Habana Radio
Por Ofelia Sandar Valles
Fotos: Alexis Rodríguez
La música del dominicano Luis Rivera brilló la noche del sábado 27 de febrero, en el Teatro Martí, durante la Gala Homenaje a República Dominicana, en el 172 aniversario de su independencia. Se cerraba así una intensa semana de actividades por la efeméride.
Representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en Cuba, funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores, miembros de la familia del maestro Luis Rivera, invitados especiales y público en general, asistieron a la velada que reservó momentos trascendentales.
El primero se produjo cuando José Rivera Damerón, hijo del insigne músico dominicano y de la gran artista de esa nación caribeña, Casandra Damerón, donó a Eusebio Leal Spengler, Historiador de la Ciudad, documentos patrimoniales de la etapa en que su progenitor trabajó con el maestro Ernesto Lecuona, recibidos por la periodista Magda Resik Aguirre, Directora de Comunicación de la entidad.
En sus palabras, Rivera Damerón dijo que “este documento, de gran valor sentimental para nuestra familia, pero de un valor mayor para la sociedad cubana que ama y protege los valores artísticos de este país, recoge lo que pudiera ser una de las últimas cartas escritas por el insigne músico cubano, de quien mi padre fue uno de sus más cercanos colaboradores por más de 15 años”.
“Esta misiva – continuó –, que estamos entregando esta noche al pueblo de Cuba, es un texto que él escribió con motivo de postergar un concierto planificado con mi padre en Santo Domingo, porque no podía aplazar más un compromiso que tenía con la ciudad de Málaga de ir a recibir un castillete que el pueblo de esa ciudad española le construyó en homenaje a su composición: ‘La Malagueña’”.
“Mi padre la conservó como un tesoro de familia pero entendemos que, a pesar de eso, qué mejor lugar para su resguardo que este, siendo Lecuona un hijo digno de Cuba. Para nosotros es un honor entregarlo a su pueblo”, finalizó.
En sus palabras, Magda Resik deseó una feliz noche “de celebración dominicana que, sin dudas, será también una noche de celebración cubana. Muchos lazos de relación cultural e histórica nos unen”.
“Agradecer a ustedes – apuntó Resik – en nombre del hombre que nos ha enseñado a respetar la memoria. Él, allí donde se recupera para pronto acompañarnos, me pidió personalmente que mostrara nuestra infinita gratitud al hijo de un hombre grande, que ha sabido seguir desde el corazón los pasos dados por su padre; que ha respetado la nación cubana; que reconoce, como él mismo lo ha dicho aquí, que estos tesoros pertenecen a todas las cubanas y los cubanos”.
“El Doctor Leal le ha pedido que escriba esta historia porque a la vez que exhibiremos con orgullo este precioso documento de Lecuona, al que como todos ustedes saben amamos y veneramos en Cuba, también debemos conocer esta historia personal que nos trajo de vuelta un tesoro, un tesoro que de seguro estaremos cuidando y resguardando en la Oficina del Historiador de La Habana como hacemos con todo el patrimonio de la nación”.
“Que la música de hoy, esa que revive a Rivera y también al estar tan magistralmente conducida por el maestro Enrique Pérez Mesa, nos traiga a todos de vuelta el espíritu de la amistad infinita que lo unió a Lecuona y el espíritu de la música cubana, que siempre y por siempre nos distingue ante el mundo”, concluyó Resik.
Otro momento emotivo fue cuando el propio hijo de Rivera entregó al director de la Sinfónica “lo que fueron los papeles de una obra importantísima de Lecuona, que mi padre resguardó luego de su salida de Cuba en el año 1940. Son los escritos para orquesta sinfónica de una de sus piezas más conocidas: ‘La comparsa’”.
“Estos textos que están aquí fechados en 1937 – aseguró – se colocaban en el atril de la agrupación que interpretaba la pieza en esos momentos. Son documentos muy viejos posiblemente uno de los primeros arreglos que se hizo sobre la obra y no pueden estar en mejores manos que en las del maestro Enrique Pérez Mesa”.
Momentos antes, el Excmo. Sr. Joaquín Gerónimo Berroa, Embajador de la República Dominicana en Cuba, al dirigirse a los asistentes dijo que esa era una gran noche: “es el día en que conmemoramos, hace 172 años, el hecho de que nuestros padres fundadores izaron por primera vez la bandera tricolor de la Patria dominicana”. Al tiempo que se preguntaba, ¿qué podemos ofrecerle a la madre patria dominicana en este su cumpleaños?; pues traer aquí este presente musical a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba y el pianista cubano Víctor Díaz para regalarnos el estreno de la Rapsodia No. 1 para piano y orquesta,compuesta por uno de sus mejores hijos: el inmortal de la música, el maestro Luis Rivera. Finalmente agradeció a los Ministerios de Cultura de Cuba y de Dominicana, y a la Oficina del Historiador por el apoyo en la realización de la velada.
El programa de la noche incluyó, además, la participación del artista Luis Armando Rivera, nieto del compositor homenajeado, acompañado del pianista Antón Fustier, y la soprano dominicana Ivonne Haza interpretó las obras de Rivera: “Tú voz”, “Al volver”, “Mi clave”, “Tropical” y “Canto a Cuba”.