Por Héctor Villaverde. Diseñador poligráfico. Presidente de Prográfica cubana
Los carteles de la OSPAAAL han transcendido su época y han conseguido vincular sus contenidos políticos con la experimentación, la creatividad y la originalidad de las formas, logrando una unión en que todos han sido componentes esenciales.
Con los años y después de lograr sus objetivos propagandísticos, muchos carteles, en el mundo contemporáneo, suelen perder actualidad y disminuir su intención comunicativa, pasando tristemente al olvido; sin embargo, algunos de ellos que han poseído valores permanentes y lo que logran un equilibrio más completo apoyándose en su identidad pasan a la historia, como ha sucedido en el caso de los de la OSPAAAL.
El cartel de la OSPAAAL puede clasificarse dentro del ámbito del cartel político, pero tiene características propias que lo diferencian del que han hecho otras instituciones análogas, creando así el conocido estilo de la OSPAAAL, que se ha hecho famoso internacionalmente.
Este estilo se manifiesta ante todo por sus mensajes altamente politizados con el uso de un lenguaje directo que ha funcionado como una identidad; todo esto con una amplia diversidad en los enfoques de sus diseños que son una de sus características más notables.
La OSPAAAL ha sido una de las instituciones que más cantidad de diseñadores ha utilizado. La creatividad del entorno, establecido alrededor de un original sistema de colaboradores, lejos de fragmentar su estilo ha sido un elemento coherente que le ha dado unidad, convirtiéndose en uno de sus mayores logros. Siempre han contado con diseñadores de una personalidad creativa muy definida como es el caso de Alfredo Rostgaard, Rafael Morante, Olivio Martínez, Lázaro Abreu, Rafael Enríquez y muchos más que harían interminable esta lista. Otro aspecto importante que no se debe olvidar ha sido su rigor tipográfico y la legibilidad de sus mensajes a pesar de incluir en muchos casos textos nada breves y casi siempre en varios idiomas.
La fidelidad a los basamentos funcionales del cartel de la OSPAAAL, en una búsqueda constante y reflexiva, son los aspectos más significativos que le han permitido perdurar en la memoria histórica de Cuba y el gran aporte social y artístico que han realizado durante sus primeros 50 años de vida.
Jorge Rodríguez Bermúdez. Doctor en Ciencias de la Información. Profesor de Arte y Comunicación
Desde su creación en 1966, la Organización de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina (OSPAAAL) da inicio a la elaboración de sus conocidos carteles los cuales derivan en un vigoroso medio de comunicación.
Aquella fue una experiencia inédita para los diseñadores gráficos cubanos que les permitió abordar el hecho comunicativo específico desde una proyección más cosmopolita y, por consiguiente, más dada a renovarse al amparo de los presupuestos estéticos-comunicativos de vanguardia del mejor cartel político cubano e internacional.
No pocas veces las propuestas visuales del cartel de la OSPAAAL obviaron presupuestos teóricos hasta entonces dados como inamovibles por las ciencias de la comunicación. No pocas veces, por eficaces y originales, tales propuestas sentaron pautas para el cartel político no superadas hasta el presente. Sus ámbitos de recepción, aun con la diversidad de identidades y culturas que los caracterizó, nunca quedaron vacíos de ideas y esperanzas; pero, sobre todo, siempre desbordaron sensibilidad y humanismo. La solidaridad para el cartel de la OSPAAAL no sólo fue la base moral y verbal de los mensajes visuales más emblemáticos, sino también el mensaje mayor.
Artistas que participan en la muestra:
- Berta Abelenda
- Lázaro Abreu
- Gladys Acosta
- Alberto Blanco
- Rolando Córdoba
- José Delarra
- Rafael Enríquez
- Jesús Forjans
- Daniel García
- Andrés Hernández
- Olivio Martínez
- Rafael Morante
- Ernesto Padrón
- Faustino Pérez
- René Portocarrero
- Alfredo Rostgaard
- Helena Serrano
- Orlando Yánez