Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
“La gesta liberadora del 68 fue nuestro primer esfuerzo serio por acceder a la modernidad, de la que nos privaba el status colonial. El movimiento de ideas dejó de ser un asunto de gabinete para convertirse en la acción de miles de hombres que lo sacrificaron todo, hasta sus vidas, por defender sus preceptos y llevarlos a su consumación definitiva”, afirmó el Dr. en Ciencias Históricas, Rafael de Acosta de Arriba.
En el acto por el aniversario 147 del inicio de la guerra de independencia y para honrar a Carlos Manuel de Céspedes, efectuado en la Plaza de Armas, el historiador señaló que “la República dejó de ser un sueño y se dibujó en la manigua, en las prefecturas, en el Ayuntamiento del Bayamo libre, en la controvertida Cámara de representantes, en los emisarios y agentes que, como palomas mensajeras, llevaron volando la correspondencia y envíos de Céspedes desde los campos insurreccionados hasta las repúblicas americanas y europeas”.
Al pie de la estatua del Padre de la Patria y Primer Presidente de la República de Cuba en Armas, rodeada de ofrendas florales y con la participación de altos jefes militares, representantes de organizaciones de masas y del Partido y el pueblo en general, Acosta de Arriba destacó que Céspedes encabezó “a un grupo de cubanos que encarnó las mejores ideas de su tiempo. Para los hombres del 68, la República en Armas fue la genuina creación revolucionaria cubana que emergía de las bases teóricas de las ideas más progresistas de la época y de la desesperación e irritación ante las inequidades del sistema colonial”
. Más adelante, enfatizó que cuando Céspedes “inicia su praxis como presidente de una República itinerante, vislumbrada más que cierta, diseña la verdadera república que concibe con todos los aditamentos de una nación moderna y pone el énfasis mayor en el carácter civilista de esta. En todo momento, Céspedes está pensando en su país. Lo moldea como un escultor, lo traza como un arquitecto, lo percibe como un artista, pero lo hace desde la manigua y a riesgo de su vida cada día”. (…) “Él fue, dentro de su generación, el hombre capaz de leer y de descifrar los códigos ocultos que dan fundamento a una nación”, subrayó el intelectual.
“Uno de los saldos más importantes en el terreno de las ideas de la Revolución de 1868 consistió en dejar sólidamente establecido el nuevo independentismo en la cultura política nacional”, expresó el Dr. Acosta de Arriba en el acto por los 147 años del histórico suceso. “La revolución del 68, dijo, emancipó de las rejas a las ideas y le entregó a la posterior dirección revolucionaria la ideología independentista como formidable instrumento de agitación y combate políticos”.
El 10 de octubre de 1868 Carlos Manuel de Céspedes anunciaría a sus compatriotas y al mundo: “Ciudadanos, ese sol que veis alzarse por la cumbre del Turquino viene a alumbrar el primer día de libertad e independencia de Cuba”. Así, el ingenio La Demajagua, propiedad del insigne patriota, ubicado en el oriente cubano, fue escenario del más trascendente hecho ocurrido hasta ese entonces en la historia de la Isla: el llamado inaugural a la guerra por la independencia.