Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Con un excelente panel sobre las lecturas de tabaquería inició este martes el VI Simposio Habana-Habanos en la Biblioteca Pública Rubén Martínez Villena, donde se reúnen investigadores, museólogos, historiadores, periodistas, hombres de negocios, productores, sommeliers, bartenders, coleccionistas y otros interesados, procedentes de varios países, entre ellos Brasil, Argentina, Canadá, Chile, Venezuela, México y Cuba.
Aunque ya en 1839 existían antecedentes sobre esa práctica en Cuba y que fue Nicolás de Azcárate quien determinó que a los presos del Apostadero de La Habana se les leyeran textos, es preciso continuar investigando en torno al tema.
Sin embargo, ya en 1865 las lecturas se instauraron en el país y el primer podio se emplazó en la fábrica de Jaime Partagás. Así, esta vía de entretenimiento devino academia del saber, para la lectura y el pensar continuos. Mas, las lecturas tuvieron no pocos detractores, quienes se opusieron a ellas porque alegaban que creaban conciencia política.
No existen datos pormenorizados de todo lo leído durante esos años, pero sí se conoce que se leyeron obras como La Historia de la Revolución Francesa; fragmentos de novelas, cuentos, testimonios… La obra de Víctor Hugo, Los miserables, resultó la más seguida en las fábricas.
El ejemplo de Cuba llegó hasta España. Estados Unidos, México, República Dominicana y Puerto Rico, y en muchos de esos países se extinguieron por decisión estatal.
Con la llegada del siglo XX se hizo sentir el avance tecnológico, pero la introducción de la radio y la televisión en las tabaquerías no sustituyó la labor del lector, sino que este supo intcorporar esas novedades a su labor diaria.
Actualmente existen más de 130 lectores en las tabaquerías y despalillos, informó Zoe Nocedo, directora del Museo del Tabaco de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana, quien a su vez afirmó que el lector de tabaquería es heredero y depositario de una tradición cultural. “Las lecturas de tabaquería, dijo, constituyen un eficaz agente de la educación, la ciencia y la cultura”.
Organizado por el Museo del Tabaco, el VI Simposio Habana-Habanos está patrocinado por Habanos S.A., con la participación de Internacional Cubana de Tabacos, Casa del Habano de Partagás, empresas Cubaron, Havana Club Internacional y Cubacafé. La cita tiene el apoyo de la Agencia de Viajes San Cristóbal y Habaguanex S.A. El programa incluye, además, una visita a la Estación Experimental de Tabaco en San Juan y Martínez, en Pinar del Río, donde se realizará un encuentro con vegueros destacados.
El 17 de septiembre, en la antigua sede de la fábrica Partagás –al fondo del Capitolio nacional– se inaugurará la exposición Cedro, pinceladas y aromas. Participará el proyecto SIKEREI, presidido por Ángel García Batle y estará consagrado a la creación de humidores pintados por destacados artistas y artesanos del país.