Los niños cuentan la historia de La Habana

Por Isachi Fernández

Segunda edición del taller Niños guías del patrimonio Desde hace muchos años la Oficina del Historiador de La Habana mira hacia la infancia no como un sector diluido en esa gran masa heterogénea, el público de museos y otras  instituciones, sino como un grupo que requiere iniciativas y estrategias definidas para su participación en las acciones culturales y provecho de ellas.

Sobre ese tratamiento diferenciado, que incluye actualmente 80 talleres de verano para niños y adolescentes, conversó con Habana Patrimonial Ingrid Fernández, al frente del Programa Social Infantil:

-Tenemos un trabajo inmenso todo el año. Ahora mismo, en el verano, los talleres han beneficiado a más de mil personas, entre niños y adolescentes. Pero además realizamos el Andar Infantil Somos 1, para públicos con necesidades específicas: niños ciegos, sordos, autistas, Síndrome de Down, con limitaciones físico-motoras, esta vez hemos trabajado con pacientes de los hospitales pediátricos de la capital.

Nuestra agenda también es apretada durante el curso escolar. Se beneficia a los más de cinco mil infantes de La Habana Vieja, por ejemplo, con el proyecto de Visita Escolar, a través del cual los niños de las 23 escuelas del municipio asisten todos los miércoles a los museos a partir de un sistema de rotación. Se suma el proyecto Aulas Museos, que atiende a alrededor de 400 niños al año, además de nuestros talleres de creación, espacios fijos como La hora del cuento, de Mayra Navarro, y otros.

Entre marzo y abril, celebramos la Fiesta del Libro Infantil. A esto hay que agregar la publicación de nuestra revista Con vara y sombrero, dos veces al año, y la salida al aire de nuestra sección radial con igual nombre, todos los lunes en la emisora Habana Radio.

¿Quisiera saber específicamente sobre un taller que conmina a los niños a contar historias de La Habana?

Celebramos la segunda edición del taller de verano Niños guías del patrimonio, ahora centrado en el Castillo de La Real Fuerza. El año pasado se hicieron recorridos por la Plaza de la Catedral, el callejón del Chorro y las edificaciones que rodean la plaza. En esta ocasión igualmente intentamos convertir a los niños en guías de trayectos por entornos patrimoniales y que ellos conozcan, enseñen a sus mayores y compartan sus saberes.

Este año el taller tendrá tres encuentros (los miércoles 5, 12 y 19 de agosto), el último es una clase demostrativa para que los padres disfruten de un recorrido guiado por sus hijos.

¿De cuántos niños hablamos?

Tenemos 33 niños, lo que rebasó ampliamente nuestras expectativas. En el taller se ensaya, se practica, cada niño defiende una pieza, luego tenemos visitas a lugares específicos del castillo, en la clase pasada fue al campanario y en la próxima indagaremos sobre las escaleras truncas, espacios comúnmente cerrados a los visitantes. También realizamos juegos participativos y didácticos vinculados en este caso con la marinería, los piratas y las fortificaciones.

¿Es una novedad?

Sí, en cada edición incluimos actividades creativas nuevas. En la anterior los niños enviaron  postales a su familia desde un buzón patrimonial, en la Casa del Marqués de Arcos. Este año los participantes echaron al foso del Castillo de La Fuerza 33 embarcaciones que ellos mismos nombraron, acorde con el tema de la marinería y del modelismo naval, básico en el centro expositivo. En el próximo encuentro tendremos un “juego del tesoro pirata escondido”, también a tono con la institución.

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