Un premio para la sed de conocimientos

Por Isachi Fernández

Un premio para la sed de conocimientos

Como una de las gratificaciones a las familias de mayor participación en el programa de verano de la Oficina del Historiador de La Habana fungen las visitas al mariposario, enclavado en la Quinta de los Molinos y abierto el pasado mes de junio a propósito del Día Mundial del Medio Ambiente.

Varias veces a la semana, el sitio, el primero de su tipo en Cuba, acoge a alrededor de una veintena de participantes en Rutas y Andares para Descubrir en Familia, quienes aprecian el ciclo vital de las mariposas y dialogan con los biólogos en una interacción que redunda en esparcimiento y aprendizaje.

Con fines educativos y ecológicos, el mariposario muestra el proceso de metamorfosis de los organismos que lo habitan y las relaciones biológicas de ellos con su entorno, por eso las visitas suelen comenzar en el cuarto de cría, en estos momentos con dos plantas hospederas (el algodón de seda y el rábano), donde se depositan las larvas hasta que se convierten en crisálidas.

Durante los recorridos, es habitual que algunos visitantes, generalmente los niños, participen en la recolección de larvas y a veces en la liberación de organismos adultos al medio ambiente, asimismo, los guías suelen regalar plantas hospederas para fomentar la vida de las mariposas.

Los especialistas de la Quinta de los Molinos, además, prevén incorporar a partir de septiembre  dos talleres centrados respectivamente en las mariposas y en las polimitas, a la labor educativa que se realiza en el centro, abierto solo parcialmente a raíz de la restauración a que es sometido.

El mariposario acoge hoy a especies comunes, autóctonas de Cuba, y está previsto su crecimiento paulatino, revelaron sus directivos.

Un encuentro con el Dr. Eusebio Leal, Historiador de la Ciudad de La Habana, entradas para espectáculos musicales y teatrales, y para el parque infantil La Maestranza son otros de los premios.

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