Por Isachi Fernández
El primer videojuego producido íntegramente por el Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos (Icaic), Sagua, la aldea embrujada, fue presentado este viernes en la Vitrina de Valonia, en el Centro Histórico de La Habana, por David Clares, su realizador.
Junto a Tahimí Tovar, autora de la historieta que complementa el juego, el creador del entretenimiento explicó que este se está comercializando en el Pabellón Cuba y en los cines de la capital tras su presentación oficial el pasado 28 de marzo durante la celebración de los 45 años del animado Elpidio Valdés.
En breve diálogo con Habana Patrimonial, el realizador ofreció detalles sobre este producto y sobre la vertiente de trabajo que se abre paso ahora en el país:
¿Para personas de qué edad estuvo pensado el juego?
Para mayores de 7 años, abarca una gama amplia de edades. Es una aventura gráfica, cuenta una historia, y el jugador debe ir evadiendo obstáculos para llegar al final y recoger ciertos objetos que ayudan al personaje a cumplir con su misión. Se trata de que no exista una edad máxima sino un límite mínimo.
¿Hay otros videojuegos en proceso?
Este verano se estrenaron dos: La chivichana, del cual también soy realizador, y Súper Claria, ambos son fruto de una alianza entre el Icaic y la UCI. Son obras concebidas para jugar un rato, en móviles, y carecen de final. Además, el dúo Buena Fe compuso música para ellos, lo que incorpora un valor extra. Esta unión estratégica de dos instituciones cubanas ha permitido en este verano tener a disposición del público estos tres videojuegos, más la versión para móviles y tablet. Asimismo, para fines de año, se estrenarán otros dos: uno por parte de la Uci y otro, del Icaic.
¿Puedes adelantarnos algo?
Uno es una aventura gráfica sobre los mambises y el otro se basa en una estrategia frente a especies invasoras.
¿Cómo surge tu preferencia por los juegos?
Empecé en 2008 a trabajar en Meñique, de Ernesto Padrón. Ya tenía una afición por los animados. Provengo de la UCI y me gusta la tecnología, la programación. Cuando terminé Meñique, los videojuegos me permitieron unir el diseño en 3D y la programación. Era la cúspide de mis aspiraciones.
¿Entonces no piensas salir de esa cuerda?
Si por mí fuera, me quedo haciendo videojuegos.
¿Es una vertiente explotable en estos momentos?
Actualmente es una de las industrias más lucrativas del mundo y en Cuba constituye un terreno inexplorado. Estamos dando los primeros pasos, han tenido buena aceptación los tres productos que hemos sacado y tiene futuro esta vertiente de trabajo.
¿La idea es comercializar los productos solo internamente?
Por ahora la comercialización es interna, hasta que se creen mecanismos para extenderla.
