Por Isachi Fernández
Dos de las farmacias más antiguas y atractivas de La Habana, La Reunión, en la calle Teniente Rey, y Taquechel, en Obispo, acogieron hoy a medio centenar de participantes en el programa veraniego Rutas y Andares para Descubrir en Familia, quienes se dejaron llevar por una historia que remite a realidades y a exuberancias de la imaginación.
Tal es el caso de las referencias a las piedras bezoar, cálculos extraídos de los intestinos o estómagos de los animales, y a los cuales se les atribuía potencialidades como antídotos o cotravenenos en época en que eran muy frecuentes las muertes por envenenamiento para acelerar la sucesión al trono o acceder a herencias.
La charla de la museóloga en la Farmacia Taquechel fue ilustrada con imágenes de diferentes piedras bezoar y de cálices que incluían un soporte para el supuesto antídoto, usado también como amuleto, y recreado desde la literatura en obras como El retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde.
La ruta, consagrada al mundo animal, incluyó alusiones a su uso como componentes de medicamentos, y dio fe, por ejemplo, de cómo los cuernos de los ciervos, se utilizaron, tras su reducción a polvo, en múltiples preparados. Los bestiarios conservados en las antiguas boticas ofrecen testimonios de esas aplicaciones.
Minutos antes, el grupo había recibido detalles de la simbología utilizada en las farmacias antiguas, y especialmente de las imágenes más frecuentes de animales en las cartelas (serpientes, águilas, leones, tortugas…) referencias a la fuerza, el vigor, la habilidad, la adaptabilidad y la prudencia.
Estas farmacias restauradas por la Oficina del Historiador de La Habana volverán a acoger a interesados en la ruta, que incluirá aproximaciones a la fauna del zodiaco y los peces representativos cubanos a través de visitas al planetario y al acuarium, el 4 y el 18 de agosto.