Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
“Creo que esta muestra agudiza en nosotros el sentimiento de luchar arduamente por el patrimonio moderno, por la arquitectura contemporánea y también por aquello que, en su tiempo, como otras manifestaciones del arte y la cultura, fue muy criticado como exótico, extraño, inusual, inesperado, sui géneris, singular. Y en un mundo en el que hemos luchado tanto por la igualdad, hay que luchar también por la singularidad, y dentro de la ciudad el Art Nouveau es también una gran singularidad”.
Así expresó el Historiador de la Ciudad, Dr. Eusebio Leal Spengler, en la apertura de la muestra Naturalezas del Art Nouveau, producida, curada y creada por Réseau Art Nouveau Network, una institución internacional encargada de la documentación, investigación y protección del patrimonio Art Nouveau Mundial, que reúne a más de 50 ciudades de Europa.
La exposición tiene un carácter itinerante; ha recorrido casi todas las urbes europeas -hasta el momento ha tenido como única invitada fuera de esa región a La Habana. También esta iniciativa se produce como parte del proyecto de cooperación “Gestión integral participativa y sostenible para el desarrollo local del Centro Histórico y la Bahía de La Habana”.
Por su parte, Hernán Portocarrero, Embajador de la Unión Europea en Cuba, manifestó su satisfacción por asistir a esta inauguración, en un edificio que, en el futuro, será el vínculo físico entre Cuba y Europa. Reconoció que fue significativa la manera de llegar el Art Noveau a La Habana, donde se mezcló de manera maravillosa con el eclecticismo y otros estilos que están presentes en la belleza de la capital cubana.
El catálogo de la exposición señala que el Art Nouveau (o Modernismo Catalán) llega a La Habana de la mano de los arquitectos que se formaban en París y Bruselas, y mayormente de la fuerte comunidad de emigrantes catalanes; mas no viene acompañado del desarrollo y progreso tecnológico correspondiente. Lo que sí resulta evidente es que trae consigo un fuerte referente simbólico y, en ocasiones, un marcado carácter nacionalista, que se pone de manifiesto en muchas de las edificaciones.
“Si bien el Art Nouveau fue severamente atacado por los intelectuales cubanos de comienzos del siglo pasado, esta mirada ha sido superada y revertida. La academia y los principales teóricos contemporáneos han dedicado espacios para resaltar sus valores e importancia en nuestra arquitectura, que se identifica además con el proceso de conformación de la República”.
Elementos que identifican al Art Nouveau son las líneas onduladas y elegantes, presencia de colores, figuras femeninas delicadas, pálidas y muy sensuales. En La Habana abundan los ejemplos de puertas, lucetas, balaustradas y otros elementos funcionales y ornamentales de estas edificaciones, que prueban la impronta del movimiento durante este período de inicios de siglo.
La muestra, que podrá disfrutarse hasta principios de agosto en el Palacio del Segundo Cabo, en La Habana, exhibe testimonios fehacientes (fotografías, documentos) del patrimonio Art Nouveau de Europa. Se trata de una mirada cruzada entre La Habana y varias ciudades europeas para reflexionar sobre los orígenes del Art Nouveau y los aspectos que lo identifican como tal.
Naturalezas del Art Nouveau viene a cerrar el período de trabajo Art Nouveau & Ecologie 2010-2015. Después de la capital cubana, continuará hacia Glasgow.