Por Isachi Fernández
La exposición Una visita de Toqui al Centro Histórico habanero se inaugurará el próximo día 6, y está prevista la presencia de Salas, quien tras residir por décadas en Ecuador, lidera un proyecto socio-cultural en Cienfuegos, en el centro de Cuba, donde rehabilitó un inmueble conocido como “la casona de Toqui”.
El pequeño personaje será asimismo inspiración para dos talleres, de guion y construcción de muñecos respectivamente, que sesionarán durante el mes de julio en la propia Casa Museo Oswaldo Guayasamín y son organizados por el teatro de títeres El Arca, de la Oficina del Historiador de La Habana.
Toqui, nació en Ecuador, como un niño de la calle, y su nombre en quichua significa “gran jefe guerrero de la lanza de obsidiana”, apelativo que felizmente coincide con la inversión del nombre de Quito.
El muñeco proponía viajes a través de la historia universal donde era transportado por una mariposa, y en su segunda etapa, en la década de 1980, la serie fue producida por los estudios de Instituto Cubano de Radio y Televisión.
“Toqui es el niño que todos llevamos dentro, y no debemos permitir que muera nunca, porque todos en el fondo somos niños sedientos de saber, inocentes”, ha dicho Salas a la prensa sobre el personaje que conquistó a infantes y a adultos, y que, como detalle de identidad, lleva pelo de su creadora.