Tomado del sitio web Habana Radio
Por Ofelia Sandar Valles
Mucho podría hablarse de la tercera edición del Encuentro de Jóvenes Pianistas cuando apenas faltan horas para que se clausure en el Teatro Martí, este domingo 28 de junio. Esta ha sido una de las sedes pues las salas del Centro Histórico habanero-Basílica y la Ignacio Cervantes- también han servido de escenario para la ocasión.
Desde el primer concierto -en total sumarán 20- en los intérpretes de diversas nacionalidades- unos discípulos de Salomón Gadles Mikowsky, pianista y pedagogo cubano que imparte clases en la Manhattan School of Music de Nueva York (MSM); y los cubanos, resultado de la enseñanza en el Instituto Superior de Arte (ISA), el virtuosismo ha sido una característica común.
No podemos perder de vista que aunque la academia da códigos generales en la enseñanza del piano cada cual desarrolla un estilo a la hora de interpretar las obras de compositores como Manuel de Falla, Ernesto Lecuona, Sergei Rachmaninoff, Johann Sebastian Bach, Ludwig van Beethoven, Claude Debussy, Franz Liszt, Ernán López-Nussa y Aldo López-Gavilán, entre otros.
El encuentro ha servido además para promocionar la obra de Béla Bartók, el compositor más importante que ha dado la música húngara a lo largo de su historia -una labor de la que se ha encargado Mikowsky. Quizás el hecho de que se escuche poco Bartók redunde en que su influencia en su propia labor creadora sería determinante, hasta convertirse en la principal característica de su estilo y permitirle desvincularse de la profunda deuda con la tradición romántica anterior –en especial de la representada por autores como Liszt, Brahms y Richard Strauss– que se apreciaba en sus primeras composiciones, entre las que figura el poema sinfónico Kossuth.
Algunos de los instrumentistas que han participado en esta oportunidad repiten su presentación en los escenarios cubanos como el caso de Moutouzkine que se ha presentado en todas las ediciones.
En tanto, Adam Kent por vez primera en Cuba, es de los primeros educandos de Mikowsky. El norteamericano domina, además del repertorio universal de la literatura pianística, la música española y realiza una gran labor de difusión en los Estados Unidos, donde ha impartido conferencias.
Salomón ha declarado que el propósito principal del encuentro, es que alumnos que han estudiado con él en diferentes épocas puedan venir a La Habana y “tocar para mis colegas, amigos y público cubano y a la vez compartir y aprender de la escuela pianística cubana que mucho tiene que ofrecer”.
Para el cierre del Encuentro de Jóvenes Pianistas, este domingo 28 de junio, a las 6:00 p.m, en el Teatro Martí, Salomón ha apostado por el joven Po-Wei Ger, de Taiwan, alumno de primer año de su clase que hará su debut acompañado de la Orquesta Sinfónica Nacional.
Wei Ger interpretará el Concierto No.1 en fa sostenido menor, Op.1, de Serguéi Prokofiev y Concierto para piano No.2 en sol menos, Op.16, de Sergei Rachmaninoff.
Lo novedoso de esta edición de Jóvenes Pianistas
Como novedad el encuentro de jóvenes pianistas coincidió desde el domingo 14 al sábado 20 de junio con la quinta edición internacional del festival Musicalia, destinado a estudiantes, en el oratorio San Felipe Neri, en el que participaron 14 aspirantes de Ecuador, Costa Rica, México, Colombia y Cuba.
Para la joven Lisa María Blanco, estudiante de primer año del ISA, ganadora del certamen resultó ardua y difícil su preparación. En declaraciones exclusivas para Habana Radio calificó de muy interesante los tres días de concurso para el que se dispuso por espacio de dos meses.
¿Cómo viste la calidad de los participantes?
El nivel fue muy alto, todos los pianistas presentaron programas muy difíciles de 45 minutos de duración casi todos y me imagino que el jurado lo haya podido apreciar también.
¿Cuál fue tu programa?
Escogí obras de Johann Sebastian Bach, Frank Liszt, Manuel de Falla y Bela Bartók.
¿Son de tú preferencia?
Están entre los de mi preferencia, además las composiciones son muy interesantes y nunca las había tocado, incluso no se tocan muy frecuentemente.
¿Qué tipo de obras exigía el concurso?
Un preludio y fuga y un estudio. Una obra cubana con duración mínima de cinco minutos y el resto del programa debía ocupar 25 minutos y era libre.
Para una estudiante de primer año de piano, ¿qué significa haber ganado este certamen?
Para mí era muy importante el hecho de presentarme. Además que los importantes pianistas del jurado me pudieran escuchar y conocer, ya era extraordinario. Luego, obtener el primer lugar fue algo maravilloso y estoy muy contenta.
¿Qué reto te impone ser la ganadora de Musicalia 2015?
Seguir estudiando mucho y preparándome para próximos concursos y eventos que puedan venir.
¿Cómo valoras que por primera vez haya coincidido el Musicalia con el evento de Jóvenes Pianistas?
He ido a casi todos los conciertos y me parece estupendo. Cuando conocí que estarían fusionados los dos eventos me pareció muy bien porque así pueden retroalimentarse uno del otro. Ambos son muy importantes para el piano y para la cultura cubana en general.