Tomado del sitio web Cubadebate
Por: Rafael González Escalona
Que Factoría Habana (O’Reilly entre Habana y Aguiar) es una de las más ambiciosas galerías de la escena cubana no es secreto para nadie. Así que no sorprende demasiado que el espacio dirigido por la curadora Concha Fontenla acoja para la 12 Bienal de La Habana las exposiciones de artistas de la talla de René Francisco, Rocío García y Carlos Montes de Oca.
Sobre el artista como intérprete y hacedor de su contemporaneidad trata Entropía, muestra del Premio Nacional de Artes Plásticas René Francisco que ocupa la planta baja de Factoría Habana. Pinturas, videos, instalaciones y esculturas se conjugan para mostrar los diálogos con su entorno que entabla un sujeto en una etapa de crisis histórica, en la que distintos espacios y costumbres se superponen mientras se reconfigura el destino de un país. El mural que al principio de Entropía se pregunta hacia dónde vamos, resume perfectamente esta inquietud del creador acerca de la manera en que la secuencia de experiencias que llamamos Cuba cobra sentido.
Subiendo las escaleras el espectador se encontrará con The Mission, un juego de apariencias cortesía de Rocío García. La artista apostó por la creación de inmensos lienzos que a la manera del comic narran la historia –inconclusa– del agente mutante Sireman (El Pececito) y la agente superespecial La Zarina. O eso dice. Porque los tonos oscuros y algunos precisos (y descontextualizados) comentarios sobre la ciudad nos hacen sospechar que esto se trata de otra cosa. Valiéndose de la ironía García desarrolla un discurso en apariencia sencillo pero que provoca una sonrisa a la vez que la (des)agradable sensación de que hay algo que no está del todo bien en una ciudad que a ratos es New York pero también La Habana, y que podría ser bella pero que no sabemos a ciencia cierta si está viva o, es fantasma.
La segunda planta reserva la que quizás sea la mejor de las tres exposiciones. Con Deconstrucción del horizonte Carlos Montes de Oca entrega una serie de cuadros y un sugerente video que sirven como reflexión para despertar la conciencia acerca de la existencia del horizonte, no como frontera difusa e inalcanzable, sino como la más clara evidencia de que el ser humano se mueve, actúa, es, en definitiva. Las pequeñas series de abstracciones geométricas son la metáfora a través de la cual Montes de Oca expone su provocador ensayo sobre la condición humana. Mención especial merece el hipnótico video en el que secuencias mínimas de antológicos materiales documentales del ICAIC de los años 60 son interrumpidos constantemente por la imagen del fin de esos trabajos. Una mutilación bárbara y genial que termina trazando de alguna manera el boceto de aquella primera Cuba revolucionaria.
Con Entropía, The Mission y Deconstrucción del horizonte, Factoría Habana ha logrado una vez más una rigurosa y disfrutable exposición, llenando sus salones con tres formas particulares de dialogar con la realidad circundante. Tres sensibilidades que, desde diversos ángulos, consiguen emocionar al espectador y dejarle un par de buenas preguntas en su cabeza.
Deconstrucción del horizonte, de Carlos Montes de Oca. Foto: Rafael González
Deconstrucción del horizonte, de Carlos Montes de Oca. Foto: Rafael González
Deconstrucción del horizonte, de Carlos Montes de Oca. Foto: Rafael González
Entropía, de René Francisco. Foto: Rafael González
Entropía, de René Francisco. Foto: Rafael González
Entropía, de René Francisco. Foto: Rafael González
The Mission, de Rocío García. Foto: Rafael González.
The Mission, de Rocío García. Foto: Rafael González.