Tomado del sitio web Habana Radio
Por Cristhian Javier Arjona Cruz y Claudia Patricia Romero Velásquez
El día 2 de junio iniciaron las clases del V Diplomado Internacional “Medios para Comunicar el Patrimonio”, en las aulas del Colegio San Gerónimo de La Habana. Allí se reunieron comunicadores y periodistas de Cuba, México, Chile, Ecuador, Salvador, Panamá, Perú y Colombia, con el fin de establecer, interactuar y generar prácticas comunicativas que contribuyan a favor de América Latina.
Hoy día, el papel que juega el comunicador social como agente activo en la gestión patrimonial es fundamental, como quedó demostrado en la conferencia de la doctora Isabel Rigol. El conocimiento puntual de cada una de las expresiones patrimoniales que se evidencia en los países latinoamericanos fue demostrado por la doctora Rigol, con el fin de enmarcar conciencia y una gestión exitosa a favor de conservar, resguardar y restaurar el legado de la memoria de las futuras generaciones. Dentro de la gestión exitosa, señala el trabajo realizado por Cuba con la declaración ante la UNESCO que se efectúa en el año 1982; además, reafirma la importancia del papel de los comunicadores y periodistas ante estos procesos de trascendencia que no deben ser ajenos a la comunidad en general, ya que la divulgación, precisa clara y oportuna, llegaría a generar el valor auténtico en dichos procesos que pueden aproximarse a ser declarados patrimonio universal.
Si bien el trabajo de declaratoria genera una apropiación del estado, este mismo debe concientizar que esta es una tarea de continuidad y la responsabilidad trascendental que debe tener el país de contribuir a que dicha declaración siga en pie, a través de proyectos de participación bilateral entre organismos y países que generen recursos y que apoyen no solo el tema de conservación, sino el de intervención y restauración, si es necesario, así como generar recursos económicos y humanos que afiancen la participación en pro del Patrimonio.
Al final de su intervención Rigol dio a conocer las últimas tendencias del patrimonio, y recalcó que “es necesario entender lo grande para valorar lo pequeño”. Dentro de las tendencias patrimoniales mencionó el patrimonio industrial, de ingeniería, ferroviario, combinación de lo antiguo y moderno, y concluyó que a través de la unión entre comunidad y comunicación se refleja una esperanza para el patrimonio latinoamericano.
Una vez finalizada la primera conferencia se dio paso a la titulada Políticas Culturales para la Protección del patrimonio en Cuba, impartida por el Arquitecto Nilson Acosta Reyes.
El conferencista mencionó que las políticas culturales que existen en Cuba abarcan los siguientes aspectos: Creación artística y literaria, educación artística, protección del patrimonio cultural, economía de la cultura y promoción de lo mejor de la identidad. De igual manera, señaló que la política de protección cultural se enfoca en el funcionamiento del Sistema Nacional de Museos como célula primaria del trabajo comunitario y la historia local, en la identificación y protección del patrimonio monumental y el intangible y asimismo la protección de los bienes culturales y lucha contra el tráfico ilícito.
Más tarde, la Doctora y Arquitecta Patricia Rodríguez conversó con los participantes sobre el modelo de Rehabilitación del Centro Histórico de La Habana, desde el contexto histórico de la época colonial y la importancia del diseño arquitectónico, que aún conserva La Habana Vieja.
La arquitecta y directora del Plan Maestro de la OHC explicó el origen de los trabajos de restauración del Centro Histórico en 1981, cuando empezaron los proyectos de recuperación patrimonial. En el año de 1993 surgió el Decreto Ley que le da a la Oficina del Historiador la competencia para representar al estado como zona priorizada para protección del patrimonio. por eso, la especialista hizo énfasis en que apelar al turismo fue uno de los mecanismos empleados por el gobierno como una salida a la crisis.
Rodríguez se refirió a las políticas de restauración que fueron dictadas a finales del siglo XX, en 1998: promover la cultura como eje transversal del desarrollo local; impedir la exclusión social, el hacinamiento y la gentrificación; dotar de infraestructura técnica adecuada y contemporánea al Centro Histórico y garantizar un desarrollo sostenible tanto del aspecto económico y social.
Otro elemento importante de la ponencia fue el de los grandes desafíos que ha enfrentado y enfrenta el país. Marcó como principal los desastres naturales, sin dejar de mencionar el deterioro por el tiempo y decisiones impropias que atentan contra la conservación.
Aclaró que fuentes de financiamiento para todas las restauraciones provienen del sistema hotelero desde 1994, es decir, de los ingresos que se recaudan a través de actividades turísticas y comerciales. También destacó la trascendencia del trabajo social, los eventos culturales y las manifestaciones artísticas como aspecto de preservación.