Artículos utilitarios y decorativos de la autoría del diseñador ecuatoriano Juan Guillermo Vega, pueden ser admirados durante el mes de junio en el zaguán de la Casa Guayasamín del Centro Histórico habanero.
Se trata de cuatro piezas de Cerámica Vega: dos jarrones de mediano formato que fueron donados por el Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador durante la XXIII Feria Internacional del Libro, en febrero de 2014, una loza cerámica con paisaje y un joyero con motivos florales que perteneció al maestro Oswaldo Guayasamín.
Proveniente de una familia de ceramistas, este artista prefirió esta manifestación por encima de otras de las artes. Eduardo Vega y Juan Guillermo Vega, padre e hijo, se han dedicado durante años a la realización de piezas utilitarias, decorativas y murales, con diseños alusivos a la flora, fauna y tradiciones ecuatorianas. Graduado en la Universidad del Azuay, en la ciudad de Cuenca, Ecuador, Juan Guillermo continuó luego sus estudios de cerámica en la Facultad de Arte de la Universidad del Este de Kentucky, Estados Unidos, en donde depuró sus conocimientos y aprendió sobre técnicas esenciales que le permitieron incursionar profesionalmente en esta área.
Caracterizan su trabajo los acabados lisos, brillantes, y las formas simples, lineales y limpias, sin mucha ornamentación, dejando ver los trazos pincelados o las huellas de los dedos para mostrar el trabajo manual; sus colores y formas sinuosas están inspirados en la naturaleza.
Diseño, arte y artesanía se unen en la obra de este artista que no deja de lado técnicas ancestrales, tiene mucho interés en el trabajo oriental como la cerámica japonesa y se basa en la limpieza que caracteriza estas tendencias. Ejemplo de ello es el uso que da a la técnica japonesa del Rakú, mediante la cual logra en el esmalte un colorido y brillo de aspecto metálico, obteniendo al final tonalidades, craquelados, texturas, matices y colores fascinantes.