Por Isachi Fernández
La ceremonia, presidida por el Excmo. Sr. Cesareo Melantonio Neto, embajador de Brasil en Cuba, se hizo coincidir con el Día Internacional de los Museos, que se celebra cada año el 18 de mayo.
Tras conocerse la biografía de los premiados, el historiador se refirió al trabajo arduo y casi siempre oculto de los restauradores, una disciplina signada por la entrega, el rigor, la paciencia y la modestia.
“La consagración a los museos no tendrá la compensación de aquellos que en el estudio o en el atelier realizan una obra maravillosa que luego va al mercado, y adquirirá fama y será reconocida. Estos tendrán que conformarse con el reconocimiento cotidiano del que los quiere y los aprecia”, dijo el orador.
En otro momento de su intervención, Leal recordó al fundador y patrocinador del premio: el otrora embajador de Brasil en Cuba Luciano Martins de Almeida, ya fallecido,
y quien quiso contribuir con parte de sus ahorros a la obra restauradora de la Oficina del Historiador de La Habana.
Ante la sugerencia de ponerle su nombre al premio, el alto funcionario suramericano, prefirió que llevara el de su país, narró el Historiador de La Habana, y aseguró que entre el público estaban quienes la recibieron antes: Ángel Bello Romero y Rafael Ruíz, maestros de restauradores, y, en espíritu, Rosa Lourdes Pino, por su magnífica labor como ebanista.
Se hallaban en la ceremonia Gladys Collazo, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio; José Linares, presidente del Consejo Internacional de Museos (ICOM) en Cuba; Lesbia Méndez, directora de Patrimonio Cultural de la Oficina del Historiador de La Habana, embajadores de varios países y otros miembros del Cuerpo Diplomático acreditado en Cuba.