Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
Los cubanos pueden apreciar por vez primera un grupo de bellas obras japonesas de papel calado (Kirié) que, trabajadas con gran delicadeza y una pulida técnica por el artista de la plástica Shu KUBO, revelan temas como las tradiciones japonesas, la comida autóctona de ese país y la belleza de la naturaleza que distingue sus estaciones del año.
El Sr. Kubo trabaja con el papel tradicional japonés llamado “Washi”, que se elabora artesanalmente con elementos naturales, declarado Patrimonio Cultural por la UNESCO.
Japonismos de papel, como se nombra la exposición abierta al público en la Galería Carmen Montilla del Centro Histórico de La Habana, es organizada en coordinación con la Embajada de Japón en Cuba. En ella se pone de manifiesto el estilo personal de ese creador en la innovadora técnica en el calado del papel, que combina diestramente los colores utilizando diferentes papeles washi para conseguir un acabado dimensional en sus obras. Así, se ha convertido en uno de los artistas más importantes del Kirié.
El Maestro es, sin duda alguna, un estudioso de la propia cultura japonesa. Recurriendo a la gastronomía y a utensilios cotidianos, entre otras temáticas, logra transmitir diferentes estilos de vida del país nipón. Estudió durante un año en España, en 1984, y concibió obras inspiradas en paisajes y motivos de la cultura popular hispana.
El kirié consiste en cortar una sola hoja de papel negro para crear una composición artística, de modo que, al ubicarlo encima de un papel de color blanco o de otros colores, se aprecien diversos motivos. Al parecer, el origen del washi es otro tipo de técnica de calado del papel: el Katagami.
Se dice que para realizar los estampados de los kimonos se elaboraban plantillas con papel washi, y se reproducía una gran cantidad de motivos con una sola. Esta técnica se fue perfeccionando hasta que las plantillas en sí se convirtieron en auténticas obras de arte y apareció el Kirié.
Como parte de su estancia en Cuba, Shu KUBO impartió un taller sobre el washi, en el hotel Ambos Mundos, y sostuvo intercambios con estudiantes de la Academia Nacional de Artes Plásticas, San Alejandro. Ha realizado numerosas exposiciones en Japón y en Nueva York.