En presencia de reconocidos arqueólogos, historiadores, especialistas afines a la investigación patrimonial en Cuba y ávidos lectores, se presentó en la tarde del 20 de febrero el número 10 del Boletín del Gabinete de Arqueología, publicación de Ediciones Boloña editado por el Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de La Habana. Previo a la presentación Habana Cultural conversó con Roger Arrascaeta, director de esta institución creada el 14 de noviembre de 1987, con el fin de contribuir, desde la investigación arqueológica, a los trabajos de restauración del Centro Histórico habanero:
¿Qué significa para el Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de La Habana la presentación de un nuevo número de su Boletín?
Hoy se presenta el volumen número 10, esto implica diez años de trabajo, de un gran esfuerzo porque preparar el volumen siempre lleva muchas coordinaciones; no solo sirve para dar a conocer lo que está realizando el Gabinete de Arqueología, sino que se ha convertido en un vocero de la arqueología cubana. En él se publican trabajos tanto de investigadores de nuestra institución como del resto del país. Vale destacar que el Boletín representa la madurez adquirida tras muchos años de trabajo, mantener una publicación seriada, con toda la complejidad que implica, la edición, todo el proceso de revisión, la diversidad de temas, es muy complicado, mucho más que un libro. Aunque mantenerlo durante diez años ha sido un gran reto para nosotros, lo hemos logrado y esperamos mejorar en los próximos años.
¿Cuál es el corte editorial de esta publicación anual?
Es un anuario que recoge aproximadamente entre quince y veinte investigaciones de diferentes temas, no solo puramente arqueológicos, sino también investigaciones históricas, de pintura mural. Los trabajos parten de diversas investigaciones históricas que se han hecho tanto dentro como fuera de nuestra ciudad, trabajos mucho más amplios, que al convertirse en artículos son resúmenes que tratan de concretar todo el resultado de la investigación. Incluye también una sección de noticias sobre la arqueología cubana, otra sección dedicada a la biblioteca en la que se dan a conocer los nuevos títulos adquiridos sobre arqueología. Asimismo ha incluido investigaciones de estudiantes del Gabinete de Arqueología que estudian en el Colegio Universitario San Gerónimo.
¿Cómo llevan los arqueólogos y otros especialistas del Gabinete la doble función de investigadores y editores de una publicación como ésta?
El colectivo de investigadores de arqueología en Cuba es pequeño, por tanto requiere un gran esfuerzo reunir toda la información, coordinar que todos los trabajos cumplan las normas que están establecidas, compilar las ilustraciones. Cada ilustración en el Boletín no está ahí solamente por factores estéticos sino que complementa la información que se quiere dar en cada uno de los artículos.
¿Qué nuevos temas incluye este último número que se presentará en pocos minutos?
En esta oportunidad está conformado por disímiles trabajos de investigaciones arqueológicas tanto en La Habana, en el Centro Histórico, como en diferentes provincias y aunque todos son de interés hay algunos que son relevantes. Tal es el caso del de Liset Roura sobre la arqueología industrial, una comparación entre este concepto y el patrimonio industrial que aporta una serie de clasificaciones que pueden ser utilizarlas instrumentalmente en las investigaciones en Cuba.
Hay también un trabajo muy interesante sobre la historia de los tranvías en La Habana. Cuba fue una de las primeras naciones en tener este tipo de sistema de vehículos; ya desde 1858 en el país, particularmente en La Habana, existía el tranvía de tracción animal y al inicio del siglo XX ya teníamos tranvía eléctrico. Fuimos el segundo país de América Latina, después de México, en tener tranvías. Conocer su historia y la utilidad que tuvieron, sobre todo en el siglo XX, resulta muy interesante y valioso. Incluye además dos investigaciones sobre la restauración y conservación de materiales arqueológicos, una temática poco tratada en nuestro país.
Casi al sacar a la luz el décimo número imagino que ya estén trabajando en el siguiente. ¿Qué nuevos proyectos piensan incluir?
Para el número 11 que debe salir el próximo año, el boletín tendrá un procedimiento completo de arbitraje ya que estamos aspirando a una certificación de la Academia de Ciencias para que sea declarado Publicación Científica. Esto ha implicado una modificación en la organización de nuestra estructura editorial que parece que va a tener buenos resultados.
¿Cómo pueden los interesados acceder al Boletín de Arqueología?
Los números del Boletín pueden ser consultados en varias bibliotecas, tanto de La Habana como en provincias. También se pueden adquirir en librerías como La Moderna Poesía y durante la presentación en Moneda Nacional.