En la calle de madera de la Plaza de Armas fue presentado, con la presencia de su autor, “Fundada esperanza”, publicación editada por Jorge Fernández Era y diseñado por Enrique Mayol Amador.
Una reedición que resume una amplia selección de textos de la autoría de Eusebio Leal Spengler, bajo el sello de la Editorial José Martí, está desde esta mañana a disposición del público. En la calle de madera de la Plaza de Armas fue presentado, con la presencia de su autor, Fundada esperanza, publicación editada por Jorge Fernández Era y diseñado por Enrique Mayol Amador.
En esta recopilación de discursos, conferencias y artículos escritos a lo largo de varios años, Leal reflexiona sobre las raíces de la cubanía, el patrimonio de La Habana Vieja y el legado de los creadores al Centro Histórico.
En Fundada Esperanza el Historiador de la Ciudad de La Habana se acerca a diferentes personalidades de la historia de Cuba, entre los que cabe mencionar al presbítero Félix Varela, a José Martí, al profesor e investigador Francesc Prat Puig; o a los maestros Cosme Proenza y Leo Brouwer; asimismo, reflexiona sobre temas esenciales como los vínculos entre ciudad y naturaleza y se refiere a la vocación de desarrollo social y comunitario que deben animar, en los países iberoamericanos, los programas encaminados a la preservación del legado patrimonial.
Al decir del historiador Eduardo Torres-Cuevas, cuyas palabras pueden leerse en la contraportada de la publicación: “Si algo hace imprescindible la lectura de estos trabajos es el espíritu que los anima, la cultura que los expresa y el estilo que los caracteriza. En ellos está, a mi modo de ver, lo mejor del sueño habanero, del sueño de todas esas figuras que nombra Eusebio Leal Spengler en sus ensayos. Y si alguien quiere entendernos, si alguien quiere conocer cómo piensan los habaneros de corazón, que lea despacio y atento lo escrito por él en estas páginas”.
Durante la presentación Leal agradeció profundamente que se vuelva a poner en las manos del público este libro, sobre cuyo título explicó a los presentes: “Se debe a que se convocó a conmemorar hace varios años el día 4 de julio, la independencia de los Estados Unidos y me tocó ser uno de los oradores en el teatro ese día. Allí yo termino mis palabras afirmando categóricamente que tenía la fundada esperanza, por los elementos expuestos en mi breve discurso, de que veríamos o se produciría un mejoramiento o un cambio indispensable al futuro de Cuba, en las relaciones entre aquella gran nación y esta otra gran nación, para lo cual tendrían que pasar muchas cosas. El título de ese discurso fue Fundada Esperanza”.
