Juan Gualberto Gómez revivido

Por Isachi Fernández

Todos los 24 de febrero hasta su muerte en marzo de 1933, Juan Gualberto Gómez izaba la bandera gigante que hoy se halla en una vitrina en la casa museo que lleva su nombre en la calle Empedrado. Incluso ya viejo y enfermo, el patriota  mantuvo esta tradición en su vivienda de Mantilla, con ayuda de una vecina.

Este ritual nos lo describe Leisbel Cespón, directora de la casa museo que  en el área más antigua de La Habana  se dedica al periodista cubano, al independentista, al hermano de José Martí, al hijo de esclavos que bebió de la savia redentora de la Francia revolucionaria.

Para quienes desconocen esta institución de la Oficina del Historiador de La Habana y con la esperanza de que funja como estímulo para una visita, reproducimos el diálogo con la funcionaria:

¿Qué importancia tiene esta casa de La Habana Vieja?

Aquí se hallaba la imprenta, aquí se fundó el periódico La Fraternidad en 1879 y La Igualdad en 1891, por eso se toma como casa museo partiendo también del hecho de que la casa natal de Juan Gualberto, en Matanzas,  ya no existe, solo están las ruinas de lo que fue el Ingenio Vellocino. Esta  institución es la única dedicada totalmente a la presencia de Juan Gualberto Gómez dentro de la historia de Cuba.

¿Hay piezas que podamos destacar dentro de la colección?

Tenemos un mallete que fue utilizado tanto por Juan Gualberto como por José Martí. Esta pieza se usaba en las instituciones fraternales, como bien sabemos muchos de nuestros patriotas formaron parte de ellas, estamos hablando de la Masonería, de la Orden Caballeros de la Luz y otras. Juan Gualberto Gómez fue masón.

Se exhibe también la Orden Carlos Manuel de Céspedes, que recibió  Juan Gualberto en 1929. Sabemos que él dudó de asistir a la entrega en el Teatro Nacional porque estaba en contra del gobierno de Gerardo Machado, pero después decidió recibir la orden de parte del pueblo de Cuba. Durante la ceremonia pronunció un discurso muy significativo, recuérdese que Juan Gualberto fue un orador notable.

Asimismo, contamos con un tintero hecho con el metal proveniente de los grilletes de Juan Gualberto en Ceuta, a donde fue deportado y hecho prisionero tras el alzamiento del 24 de febrero.

No se puede dejar de mencionar la mascarilla mortuoria, obra del escultor cubano Teodoro Ramos, también autor del busto que reproduce la imagen del patriota aquí.

Se suman una serie de piezas que pertenecieron al patrimonio familiar de Juan Gualberto, a sus padres, a su esposa y a sus hijos, y documentos, cartas y fotografías, que exhibimos solo en muestras transitorias, en aras de su preservación.

 

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