Tomado del Semanario de Opus Habana
Con la presencia de Eusebio Leal Spengler, el viernes 6 de febrero, quedó inaugurada la exposición pictórica Alegre caminante del artista Carlos Alberto Casanova en el Palacio del Conde Lombillo. Las palabras de apertura estuvieron a cargo de Laura Liz, estudiante de Dramaturgia del Instituto Superior de Arte (ISA), quien citó un comentario del artista a propósito de la muestra: «Quiero que vean lo que no se puede percibir con los ojos». Concluyó la ceremonia con el agradecimiento de Casanova a los presentes y la invitación a admirar cada uno de los paisajes que se muestran en sus obras.
A continuación reproducimos palabras del Historiador de la Ciudad, dedicadas a la muestra:
La mano del artista dibuja sin reposo las imágenes de los piñones de Santa Teresa.
Este espacio, en medio de los campos del Camagüey, ha sido y es el espacio privilegiado de sus meditaciones. Cada obra supera a la otra, sin ser reproducción mimética del entorno natural. Hay siempre creación.
El suelo arcilloso y las flores primaverales nos devuelven el paraíso perdido.
Ramas victoriosas se levantan en los rugosos muñones de los árboles que han sido cortados sistemáticamente, al recibir —una y otra vez— las punzantes heridas de los alambrados que marcan el dominio del hombre sobre los potreros.
A propósito de todo ello, el artista me ha escrito con respecto a sus motivos más profundos, aquellos que misteriosamente le han servido «como instrumento de diálogo, como cauce vivificante por donde fluye ese Algo que lo trasciende y acompaña mi vida. Me trae entonces, no solo la alegría de mis sentidos sino también la idea de una visión que puede abrazarse, entenderse y compartirse mientras peregrino, con solo tener una mirada de fe».
Esta nueva exposición que ha denominado Alegre caminante, responde a una renovada voluntad de ofrecernos la esperanza en el valor regenerador de la belleza, tan necesaria al hombre como el pan a la justicia.
Eusebio Leal Spengler.