Tomado del boletín digital Opus Habana
El jurado expresó su deseo de reconocer la alta calidad de las 24 obras participantes en el certamen.
A los nueve días del mes de diciembre del 2014 se reúne en el Centro Hispanoamericano el jurado de la Bienal de Cerámica Contemporánea Cubana (esculturas, instalaciones y proyectos) correspondiente a este año. El tribunal estuvo integrado –en orden alfabético- por Alejandro Alonso, director del Museo Nacional de la Cerámica; Osmany Betancourt, escultor; Osvaldo Paneque, profesor del departamento de Historia del Arte de la Facultad de Artes y Letras; Yamira Rodríguez, Historiadora del Arte y especialista en Investigaciones Históricas de la Oficina del Historiador; y Marilyn Sampera, curadora del Centro de Desarrollo de las Artes Visuales.
El jurado expresó su deseo de reconocer la alta calidad de las 24 obras de 23 autores en la muestra, para luego decidir que el premio al mejor proyecto monumental, concedido por la Fundación Ludwig, fuera para Cubo mágico de Lázaro Luperón, por su acertada solución constructiva e impacto visual.
Los dos premios, de igual nivel contemplados en la convocatoria librada al efecto fueron para Cómo hacer un avión de la serie «Cerigami», de Ioán Carratalá, por su gran efecto plástico conseguido con gran economía de recursos, expresiva de una admirable síntesis, que recibe una beca de creación del Consejo Nacional de Artes Plásticas; e Identidad, de Guillermo Ramírez Malberti, ejercicio de sólida profundidad conceptual insertado en el activo flujo del arte cubano actual con gran eficacia a la hora de combinar materiales de diverso origen; esta recompensa está dotada por una pieza de Alfredo Sosabravo donada por su autor.
El jurado, por estimar que la excelencia de las obras merecía una ampliación de las distinciones contempladas en la convocatoria, estuvo de acuerdo en conceder el premio Opera prima al trabajo La torpeza de Javier Alejandro González y Robin Echenique para reconocer la certera plasmación del concepto y la idea trasmitida en una instalación de indudable atractivo visual por parte de dos autores noveles. Asimismo, por iniciativa del artista Osmany Betancourt, se dotaron con obras de su autoría y Manuel Hernández a dos Premios especiales que fueron a manos de Jorge Jacas por Contradicciones y Dariel Lozano, por El vuelo del cerdo, de la serie «Restaurantes de lujo.»
Acta del Jurado de la Bienal de Cerámica Contemporánea Cubana (esculturas, instalaciones y proyectos)
Sobre estas líneas, de izquierda a derecha: Premio de la Fundación Ludwing para Lázaro Luperón Sánchez. Cubo mágico (2014) Azulejo, cemento blanco, madera (17x17x17 cm). Premio Alfredo Sosabravo para Guillermo A. Ramírez Malberti. Identidad (2014) Terracota, madera, tela, ladrillos, impresión digital (dimensiones variables). Premio Beca de creación del Consejo Nacional de Artes Plásticas para Ioán Carratalá Corrales. Cómo hacer un avión, de la serie «Cerigamis» (2014) Arcilla roja, engobe vitrificado (180 x 55 cm)
Premio Ópera Prima para Javier A. González y Robin Echenique. La torpeza (2014) Arcilla roja, esmaltes, madera (89 x 175 x 205 cm)