La Oficina del Historiador de La Habana rescata un nuevo inmueble

Tomado del sitio web Habana Radio

Por Euda Luisa Toural

A la vista de transeúntes habituales y nuevos viajeros, se levanta el corazón de La Habana. Las labores del llamado “kilómetro de oro” se han extendido, y hoy florece ante ojos curiosos el Capitolio habanero y una gran extensión de su área aledaña, producto de la labor restauradora de la Oficina del Historiador de La Habana (OHC).1
Rodeado por los aires modernos del Museo de Bellas Artes, las grandes mansiones habaneras que hoy amparan a las Sociedades Españolas en Cuba, los magnos hoteles que cercan el parque Central, y ante la expectativa que despierta lo que será un lujoso hotel en la Manzana de Gómez, la rehabilitación de la OHC ha llegado hasta un antaño inmueble cuya primera planta es conocida como el Sloppy´Joe.

Una breve historia

Siguiendo una trayectoria paralela al Paseo del Prado, atraviesa el Centro de La Habana la avenida Zulueta, allí en una de las manzanas que antes ocupaba la muralla de la ciudad, se edificó un inmueble donde luego se abriría el Bar Sloppy Joe´s.

Sobre el año 1888, se inscribió con el número 26 de la calle Zulueta, esta edificación de estilo neoclásico, con grandes ventanales que destacan la superposición de los órdenes dórico, jónico y corintio en cada uno de sus niveles.

El edificio, que sufrió varias modificaciones a lo largo de los años, se convirtió entonces en una Casa de Huéspedes nombrada “La Esquina del Fraile”, debido al calificativo por el cual era conocida la esquina donde estaba ubicado. Los investigadores*  la mencionan como una residencia apacible, limpia y agradable donde primaba la tolerancia y confraternidad entre sus inquilinos, ambiente reconocido por los entonces habitantes del centro de La Habana, y que le valió ser reseñado en revistas y apuntes de la época, apodándolo como “la casa de los cubanos”.

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Durante esa época la Casa de Huéspedes cambió varias veces de dueño y se menciona un período en el que además radicaba allí el café “Oriental”, del Sr. Antonio López. Fue en el año 1955, que la adquirieron nuevos propietarios y constituyeron allí una sociedad civil de forma anónima, denominada “Inmobiliaria La Esquina del Fraile S.A.” domiciliada en la casa calle Zulueta No. 252.
Años más tarde, en 1995 el inmueble pasó a ser propiedad del Estado Cubano, y a pesar de las transformaciones acaecidas a lo largo de los años, mantuvo su aspecto original, que hoy reluce gracias a una nueva intervención que ha devuelto, renovados, los aires de otra época.

Los nuevos aires

Rodeado de un entorno completamente patrimonial, y bautizado por la fama del conocidísimo Bar Sloppy´Joe, frecuentado en los años 30 por célebres figuras de la cultura universal, entre quienes se cuentan el escritor norteamericano Ernest Hemingway, y algunas celebridades de Hollywood, como John Wayne, Spencer Tracy, Clark Gable, Richard Dix, Don Ameche, Alice Faye, Alec Guinness, Tyrone Power, y también por figuras internacionales como el actor mexicano Mario Moreno “Cantinflas” y el actor, dramaturgo y compositor inglés Noel Coward, renace hoy este edificio a quien la Oficina del Historiador ha devuelto su esplendor de antaño.
Amplios apartamentos, dotados de uno a tres dormitorios, con un diseño interior moderno que privilegia la entrada de luz natural a través de sus numerosos ventanales, luce hoy esta edificación que consta de variadas prestaciones para quienes próximamente lo habiten.

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Las viviendas que abarcan un espacio entre 118 m² y 200 m², tendrán servicio de TV por cable, telefonía fija (opcional), ascensor y agua fría y caliente. También poseen un equipamiento electrodoméstico que incluye lavadora, lavavajillas y cocina de inducción, y para su seguridad consta de un sistema automatizado de detección y extinción de incendios, además de iluminación y extracción controlada por sensores en baños y cocina.

La Inmobiliaria Sloppy ´Joe ha sido concebida con espacios multifuncionales, que ubicados en una céntrica zona, atraerán la atención de clientes con muy diversos intereses. Oficinas, viviendas, oficina-vivienda y estudio-galería, podrían ser algunos de sus futuros usos.

El encanto de una época y la contemporaneidad de un diseño renovado convergen en este edificio que pareciera haberse conservado en el tiempo para reencontrarse con su historia pasada y devolver la belleza y tranquilidad de su recinto a los futuros inquilinos.

Quienes así lo deseen podrán contar con los servicios del Bar, así como convertirse en clientes habituales de este mítico sitio, que recuperó “la barra de caoba más grande de Cuba”  y reproduce el ambiente de la época en que  alcanzó su gran esplendor.

Quizás ahora se cumpla el deseo de Federico Villoch, uno de los principales periodistas y cronistas sociales de los primeros años del siglo XX, quien mencionaba que la afamada “Esquina del Fraile”: “Podía y debía declararse monumento nacional por el prestigio y significación de las personas que han habitado, durante largos años, sus apartamentos: periodistas, escritores, artistas, políticos, estudiantes y revolucionarios todos de reconocida importancia y renombre.”

* La información histórica y las citas empleadas son tomadas de la investigación hecha por la Lic. Patricia Andino Díaz de la Dirección de Proyectos de Arquitectura y Urbanismo de la Oficina del Historiador de La Habana

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