Por Claudia Taboada, especialista de Factoría Habana
La Ruta Especial de Factoría Habana El historiador del arte, mediador para la sensibilidad cultural dedicó la sección de este martes al tema de la curaduría y la reflexión sobre algunas problemáticas que giran en torno a este ejercicio tan interdisciplinario y creativo. La presentación estuvo a cargo de la MsC. Kirenia Rodríguez, profesora del Departamento de Historia del Arte de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana. A partir de las narraciones de su propia experiencia en los menesteres curatoriales y de su diáfana habilidad para contarlas, el público fue conducido por los intersticios de una labor compleja, pero reconfortante cuando resulta válida su contribución a la historia del arte.
Investigar sobre un tema, buscar y seleccionar las producciones artísticas que sustenten la idea planteada, ordenar el discurso en el espacio con criterios museográficos coherentes, insertarlo promocionalmente en los circuitos legitimadores del arte, y ejecutar un sinnúmero de gestiones concernientes a la producción, son algunas de las acciones más importantes que un curador desarrolla para llevar a cabo una exposición. Muchos criterios y percepciones acerca de la función del curador fueron reevaluados mediante las visitas guiadas que las especialistas de Factoría Habana ofrecieron a los ruterospor los predios de la exposición Miradas. Los visitantes pudieron contrastar los diferentes diálogos que son generados a partir de una nómina de naturaleza heterogénea y las conexiones que hacen posible evidenciar la evolución de las últimas décadas de la sociedad y el arte cubanos. Luego nos desplazamos a la Casa del Benemérito de las Américas Benito Juárez para recorrer la exposición individual del artista Miguel Alejandro Machado ,estudiante del Instituto Superior de Arte (ISA), quien con un lenguaje neohistoricista desarrolló un compendio de obras pictóricas junto a algunos readymade que fueron hilvanados en el espacio.
Nuestros acompañantes de cada martes disfrutaron nuevamente de nuestras propuestas. Sus libretas de notas se rellenaron de apuntes entre interrogantes, impresiones y respuestas. Muchos agradecieron la aclaración de estos términos y procederes contemporáneos… al menos fueron activados otros censores del conocimiento para posteriores encuentros con el arte y la curaduría.