De taller en taller

Si las visitas a museos y recorridos por el Centro Histórico acaparan la atención de cientos de personas cada semana, los talleres de verano se revelan como una opción también válida dentro del programa de la Oficina del Historiador. Desde su primera edición en 2012, niños y adolescentes han encontrado una forma de pasar sus vacaciones de la mano del conocimiento. Temáticas educativas y culturales se combinan en ofertas que, además de favorecer la interacción de estos públicos con el patrimonio histórico de la zona, promueve la orientación vocacional y laboral, la inserción social y una recreación sana basada en el desarrollo personal de unos y otros.

Desde el año 2009, los estudios de público revelan el incremento de la participación de los niños y adolescentes en Rutas y Andares, por lo que la institución tuvo en cuenta sus necesidades para diseñar un programa de talleres que, en sus dos ediciones, cuenta ya con miles de beneficiados. En el caso de los adolescentes, estos talleres son una extensión de un proyecto de desarrollo social y participativo que se lleva a cabo en La Habana Vieja, gracias al esfuerzo conjunto de la Oficina del Historiador, la UNICEF y la Unión Europea. Los talleres infantiles, por su parte, tienen su antecedente y fuente nutricia en el programa social infantil que desarrolla la Oficina desde 1995.

De taller en taller, pasan ellos los dos meses de verano, y muchos combinan estas ofertas con las distintas rutas y andares programadas cada año. Hacen nuevos amigos y se pasan la información de boca en boca; encuentran nuevos horizontes y ven más allá que las tradicionales formas de recreación; se convierten en fieles colaboradores del proyecto y se llevan a casa el premio mayor: el conocimiento.

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