Tomado del sitio web Habana Patrimonial
Por Isachi Fernández
Una novedad este año del programa de verano Rutas y Andares para Descubrir en Familia, obra de la Oficina del Historiador de La Habana, es el taller Niños guías del patrimonio, que se distancia de la concepción de los infantes como meros receptores y los prepara para promover los valores de la ciudad.
A propósito de la concepción y organización de este taller, uno de los 66 que sesionan durante julio y agosto dirigidos a niños y adolescentes bajo la égida de la Oficina, Habana Patrimonial conversó con Ingrid Fernández, especialista del programa infantil de la Dirección de Gestión Cultural:
-Pensábamos acoger a 20 niños pero por las reiteradas llamadas de las familias ya vamos por 36 plazas. El taller sesiona todos los miércoles de julio por la mañana. Surgió por una necesidad detectada a través de las encuestas anuales que hace el departamento de investigaciones a propósito del proyecto Rutas y Andares para Descubrir en Familia: que hubiera recorridos para niños guiados por sus coetáneos.
Recibimos apoyo de la compañía infantil La Colmenita, cuyos profesores han ofrecido orientación sobre entonación, pronunciación y proyección escénica. Además, contamos con el respaldo de los especialistas del Museo de Arte Colonial, enclavado en la Plaza de la Catedral, sitio con el que comenzamos por su valor e historia. Los museólogos sirvieron como ejemplos de lo que es un guía y se trató, además, de que los muchachos observaran la plaza desde perspectivas variadas porque hay características de ella que se aprecian mucho mejor desde un punto elevado.
Luego hicimos juegos didácticos como el de utilizar un buzón patrimonial del Palacio del Marqués de Arcos, que funcionó durante mucho tiempo como casa de correos. Se enviaron postales a las familias a través de esta pieza patrimonial.
¿Cuántos encuentros están previstos?
Cuatro. Al final hay una clase demostrativa impartida por los niños el 30 de julio para las familias y todo el que desee escuchar.
¿Qué pasará después del último encuentro?
Tenemos proyectado que haya una continuidad. Nos hemos quedado con los datos de los muchachos para en próximas ediciones de Rutas y Andares organizar recorridos guiados por ellos y dirigidos a un público infantil. Intentamos también que durante el curso escolar se inserten como conductores en proyectos infantiles como La visita escolar y Las aulas museos. Queremos que el proyecto crezca en envergadura, en dimensiones, y aporte frutos como otros que hemos implementado.
¿Pudieras poner algún ejemplo?
Tenemos en agosto la continuidad de un proyecto que empezamos el año pasado: el andar infantil Somos 1 a través del cual niños discapacitados se integran al programa Rutas y Andares. El año pasado trabajamos con niños autistas, ciegos, ambliopes y sordos. Este año organizamos un recorrido en la Quinta de los Molinos para niños autistas, síndrome de Down y discapacitados físico-motores. Este es un ejemplo de un proyecto implementado en 2013, que ha sido muy demandado y que vamos a mantener como una oferta estable de Rutas y Andares.