Tomado del sitio web CUBAHORA
Por Yuniel Labacena
Muchos son los visitantes que en el verano se deleitan con el museo como opción. Algunos por puro conocimiento. Otros atraídos por conocer de buena tinta la historia que nos rodea. Lo cierto es que la etapa estival es propicia para visitar un sitio como este y más si se trata de descubrir impresionantes detalles de la parte más añeja de La Habana.
Quizás con ese propósito nació desde el 2001 el programa Rutas y Andares de la Oficina del Historiador, con una variada propuesta de visitas a museos y recorridos por la capital, que se ha convertido en una de las opciones más solicitadas por las familias cubana en las vacaciones.
Avalada con el tercer reconocimiento del Premio Iberoamericano de Educación y Museos en el año 2010, quienes se involucran cada año en esta acción buscan la interacción con los visitantes en un recorrido que abarca toda la sabiduría que encierran en sus inmuebles.
Basta con transitar por los muesos y ver en ellos decenas de personas recorriendo sus salas o intercambiando en los talleres que se organizan. Ese solo hecho confirma la idea de que el museo, además de conservar e investigar, ha de comunicar desde una concepción contemporánea.
Se trata de un proyecto que durante 14 años ha demostrado su valía y cuenta con investigadores socioculturales, comunicadores, promotores culturales, museólogos, historiadores, arquitectos y guías que cada año entregan un programa para crecer en familia desde la historia, el conocimiento y el intercambio de diferentes materias.
Y ello ha sido de las satisfacciones que más se aplauden quienes construyen esta idea, pues la Oficina del Historiador tiene la posibilidad de contar con un público fiel y al mismo tiempo las familias han aportado que los museos expongan otras novedades de sus colecciones y que cada pieza reviva fuera de sus almacenes.
Recientemente, en una conferencia, especialistas de Rutas y Andares decían que el proyecto ha favorecido también la participación de múltiples actores, incluso más allá de las fronteras del Centro Histórico, entre los que se cuentan artistas de la plástica, intelectuales y escritores de gran valía, e incluso instituciones de prestigio.
Este año
Quienes lleguen este año a Rutas y Andares, lo harán guiados por temas como lo mágico religioso en las colecciones etnográficas y la tierra en los museos de ciencias. También podrán descubrir el Centro Hispano-Americano de Cultura, Factoría Habana, Convento de San Francisco de Asís y Quinta de los Molinos. Los Andares reeditan las caminatas por la arquitectura, laboratorios y talleres.
Para este año están las rutas Lo mágico religioso, que incluye visitas guiadas a colecciones de artesanías; La de la tierra, relacionada con la historia de los elementos naturales en los medicamentos en la antigüedad; Las aves en las colecciones de los museos; así como las especiales El Renacimiento italiano y sus artistas paradigmáticos, Ruta por la Quinta de los Molinos, El historiador de arte en Cuba, entre otras.
Mientras, los andares reservan Andar con los andantes (miércoles); Andar la arquitectura (jueves); Andar por la conservación y la restauración (viernes de julio); y Andar del naturalista (viernes de agosto). Para los adultos mayores se realizan de miércoles a viernes los andares virtuales y para los niños con discapacidad físico motora, autistas y Síndrome de Down se realizará Andar infantil Somos 1.
Nadie esta fuera de esta experiencia, pues el Programa cuenta igualmente con el servicio de interpretación para personas sordas, que forma parte del proyecto Cultura entre las manos, espacio de intercambio social para la comunidad de sordos cubanos que ha tenido han aceptación.
A instituciones como la Universidad de La Habana, que se ha afiliado al proyecto con propuestas diversas, se suma esta vez la Sociedad Cubana de Botánica, que propone senderos interpretativos guiados por estudiantes de la Facultad de Biología del propio centro de la Educación Superior.
Talleres para aprender
Y si de aprender de las artes visuales, arqueología, numismática, filatelia, danza, poesía, manualidades, música, fotografía, jardinería, cine y actuación se trata, este año regresaron también los talleres de verano dirigidos a niños y adolescentes, que año tras año adquieren nuevas habilidades en estas temáticas.
Las instituciones museales y culturales diseñaron unos 50 talleres para julio y agosto, con el propósito de acercar a estos públicos al patrimonio histórico cultural atesorado en el país. Estos espacios son la continuidad del proyecto Desarrollo social integral y participativo de los adolescentes en La Habana Vieja.
Se incluye además el taller Niños guías del patrimonio, que organizado por la Dirección de Gestión Cultural formará a los guías de los recorridos infantiles en la próxima edición del proyecto. También hay dos talleres especiales para los adultos. El primero se adentrará en La moda francesa, su trascendencia en Cuba y el segundo seguirá los pasos del manga y el anime
No olvide que esta idea de Rutas y Andares es además un espacio participativo, así que guarde cada tique de su recorrido para que al final conquiste uno de los premios de este año. Para el primer lugar está previsto el encuentro con el doctor Eusebio Leal Spengler, historiador de la Ciudad, un concierto en el recién restaurado Teatro Martí, la visita al proyecto comunitario Artecorte y otras atracciones.
El motivo de acercar a la familia cubana al patrimonio histórico-cultural atesorado en el Centro Histórico va camino a la realidad. Aquella incipiente idea de visitas libres a museos que tomaron el nombre de Ruta y Andares, aceptadas desde un primer momento por decenas de personas, parece no desaparecer jamás del público.