Por Laritza Simeón Armada, directora del Museo de Naipes
Fundado por la Oficina del Historiador un día como hoy pero del año 2001, el Museo de Naipes “Marqués de Prado Ameno”, se ha mantenido a lo largo de su vida firme en su defensa del naipe como bien patrimonial, y del coleccionismo como la acción que permite tributar cultura a la sociedad y preservar para futuras generaciones algunos de los bienes más valiosos, llegados hasta nuestros días o surgidos en estos tiempos.
Y es que, como comentó en días pasados una compañera nuestra, “dentro del Museo nunca se acaba”, una verdad callada que nos obliga a no permitir que se apague la llama del celo por la colección, por la investigación de las piezas, por el estudio de los bienes, y sobre todo por la promoción y divulgación activa de un fondo que puede estar expuesto o simplemente almacenado; un trabajo que conlleva entrega y que para algunos puede resultar simple, pero que en realidad está muy lejos de tal calificativo.
Por ello cada año, el arribo a un nuevo aniversario es para nosotros una fiesta; es, ese momento del agasajo que viene a cerrar 365 días de alegrías, preocupaciones, dudas, e incluso desvelos, el breve lapso en el que deseamos mostrar al público el cierre de algún trabajo, alguna novedad, o ese sutil detalle que denota un resquicio de las innumerables riquezas artísticas, didácticas, o testimoniales que atesoran estos pequeños cartoncitos que a veces de manera un tanto descuidada, llevamos en una mochila, una cartera o sencillamente en el bolsillo del pantalón.
Arribamos entonces al cumpleaños número trece, llevados por la mano de un amigo, uno de esos habaneros que de manera asidua acude a nuestras actividades, y quien informalmente una tarde del pasado noviembre nos expresó su interés de donarnos una baraja; cual no sería nuestra sorpresa, cuando al abrir el paquete, observamos que contenía una baraja cubana, pieza que al instante nos cautivó por su belleza, colorido, variedad, y por el didactismo utilizado para resaltar uno de los íconos cubanos más reconocidos internacionalmente: el ron Havana Club.
Indagar sobre sus orígenes fue una tarea casi inmediata, eso nos llevó primero hacia el Museo del Ron y de este al contacto con la Agencia internacional Havana Club S.A, reconocida entidad donde si bien no pudieron brindarnos mucha información sobre la pieza, sí de inmediato acogieron con entusiasmo nuestro interés de presentarla al gran público. Suerte de idea que en el día de hoy nos permite inaugurar junto a la mencionada baraja la exposición “Selección de Maestría” en la cual se reúne la obra de veintidos destacados artistas plásticos, quienes desde diversas manifestaciones de la gráfica contemporánea vienen a recrear este ron cubano desde sus universos, submundos, estilos y apropiaciones.
Agradecemos una vez más a Roberto Sarría por la donación, y a Varna Cremata –responsable del proyecto Havana Cultura- de la Agencia Havana Club, por su gestión y apoyo incondicional.
Invitamos a toda las personas a visitar el Museo de durante el mes de mayo de martes a sábados entre las 9.30 a.m. y las 5.15 p.m., y los domingos de 9.30 a.m. a 12.30 p.m.
