Tomado del sitio web Habana Radio
Por Ofelia Sandar Valles
Fotos Alexis Rodríguez
“Me siento sumamente feliz de cumplir 70 años con un público como ustedes y con los invitados que he tenido en este Festival”, expresó el maestro Frank Fernández una vez concluido el magistral concierto de inauguración del XI Festival de Música de Cámara en el Centro Histórico habanero.
“Voy a seguir estudiando, tratar de ser mejor cada día y continuar tocando para el auditorio de aquí”, agregó Fernández, en la Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís, totalmente colmada de espectadores.
El Premio Nacional de Música, acompañado de jóvenes y virtuosos músicos, interpretó La trucha, de Franz Schubert, obra que arrancó ininterrumpidos aplausos de los asistentes, y donde vale destacar la interpretación del violinista Braulio Labañino, quien ejecutó impecablemente los cinco movimientos de la pieza del compositor austriaco.
“Fue el mejor regalo que le pude hacer, participando con él y aprendiendo mucho porque lo más importante es justamente eso, aprender con el maestro Frank Fernández. Ha sido un gran concierto, creo que a todos les gustó y esta fue nuestra participación en el festival.
“Imagínese cuando me llamaron y me dijeron ´el maestro quiere tocar contigo´ para mí fue un honor muy grande, un placer tremendo. Trabajar con él ha sido una maravilla realmente”, comentó el violinista.
Al homenaje se sumaron en la interpretación de varias de las composiciones de Frank Fernández, las voces de los Coros de Cámara Exaudi y Entrevoces, la ejecución de la pianista Liana María Fernández, los violinistas Lisbet Sevila e Iván González Ramírez, el violista Harold Ricardo Corrella, la cellista Mailín Sevila y Maikel Rodríguez Cruz, en el contrabajo.
Indistintamente los músicos hicieron suyas melodías como Sueños que canta la brisa, Las casas, La Soledad, La Esperanza, Canción al contrabajo; y De tres canciones en estilo madrigalesco: Vértigo de lluvia.
Quisieron los integrantes de los Coros Entrevoces y Exaudi, que dirigen las maestras Digna Guerra y María Felicia Pérez, respectivamente, regalarle además la interpretación de la obra Mercedes, de Manuel Corona.
“Frank posee un profundo conocimiento de la escuela rusa de piano y ya tiene asegurado por derecho propio un lugar importante dentro de la música cubana, dijo en las palabras de elogio, la también Premio Nacional de Música, Digna Guerra.
“Como un artista indispensable e insustituible, logró imponerse en un escenario dominado por europeos y colaboró en su país con grandes empresas como el Movimiento de la Nueva Trova”, destacó.
Este concierto de apertura del XI Festival de Música de Cámara devino en merecido homenaje a Frank Fernández en el aniversario 70 de su natalicio y al 55 de su debut artístico. Del reconocido pianista se pudieran decir muchas cosas, sin embargo, lo resumiremos con las palabras del Dr. Eusebio Leal Spengler cuando expresó: “Frank Fernández es un artista de tal transparencia y fuerza mística que nos hace sentir anticipadamente que el alma se asoma a los límites del cuerpo”.
Los reconocimientos no se hicieron esperar entregados por representantes de la Radio cubana, del Museo de la Música, del Centro Nacional de Música de Concierto y de las Embajadas de Japón, Francia y Ecuador.
Acompañaron, asimismo, al maestro, el Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel y el Héroe de la República de Cuba, René González.
El primer Festival de Música de Cámara en Cuba se realizó hace más de tres décadas, y aunque sufrió una interrupción, ha vuelto a renacer para demostrar la fuerte tradición que posee la música de cámara en Cuba desde el siglo XVIII. Frank Fernández, el presidente de honor de este evento, resulta uno de los principales defensores de esa manifestación.
El prestigioso compositor nació el 16 de marzo de 1944 en un pequeño poblado de la oriental provincia Holguín y ya a los cinco años tocaba el piano. Es graduado del Conservatorio Tchaikovski de Moscú con Diploma de Oro.
Es considerado como “el creador de la escuela cubana de piano contemporáneo”. Ha escrito más de 700 obras para diferentes géneros y formatos. Su arte aparece en más de 200 registros discográficos.
Su nombre figura entre los grandes virtuosos de todo el mundo y durante su carrera ha obtenido diversos galardones como la Distinción por la Cultura Nacional y la Medalla Julio Antonio Mella, otorgada por el Consejo de Estado. La Universidad de las Artes de Cuba le confirió el título Doctor Honoris Causa por su labor en el magisterio.