Por: Yimel Díaz Malmierca
«En los últimos años hemos estado reflexionando sobre el tema de la representación femenina en las estrategias del desarrollo cultural comunitario, así como en la gestión patrimonial y cultural del Centro Histórico. Luego de diagnosticar las brechas que en materia de derechos e igualdad existen en nuestro entorno, establecimos una estrategia de género que ofrece una mirada transversal al quehacer cultural y patrimonial de la Oficina», explicó al Programa Cultural Katia Cárdenas, directora de Gestión Cultural de la OHCH.
»En ese camino estuvimos acompañados por la doctora Norma Vasallo Barrueta, quien, hasta su muerte, ocurrida en septiembre de 2024, rectoró la Cátedra de la Mujer de la Universidad de La Habana. Gracias a ella hoy contamos con la estrategia y un manual de género para la gestión patrimonial y cultural. »Los estudios vinieron acompañados de procesos de capacitación a nuestras lideresas y se pudo conocer hasta dónde habíamos avanzado y cuánto nos quedaba para visibilizar el quehacer de las mujeres. A partir de ahí varias instituciones comenzaron a desarrollar acciones desde diversas perspectivas. Hubo experiencias valiosas como el Laboratorio Psicosocial de Mujeres del Museo Casa de la Obra Pía, que prestó especial atención a vecinas de la comunidad que se encontraban en situación de vulnerabilidad.
»Vale mencionar además el proyecto del Centro para la Interpretación de las Relaciones Culturales Cuba-Europa (Palacio del Segundo Cabo)que indagó en la historia de mujeres vinculadas al patrimonio y colocó el tema en uno de sus espacios más importantes, el Coloquio Presencias Europeas en Cuba, que en su quinta edición tuvo por título Las mujeres en la historia compartida entre Cuba y Europa». En esa ocasión se presentaron 50 investigaciones acerca de temas diversos, entre ellos las féminas en las letras (escritoras, traductoras y periodistas), las artes visuales y escénicas. También sobre la educación femenina y el rol de las pedagogas; las migrantes y el impacto de este fenómeno en la identidad y en las familias; la representación de las mujeres en la moda y la publicidad; las emprendedoras en los siglos XVI, XIX y XX; el asociacionismo femenino y el rol de las féminas en el ámbito del patrimonio.
Muchas de esas ponencias quedaron incluidas en un libro cuya edición fue posible gracias al proyecto de cooperación internacional «Promoviendo la inclusión sociocultural de las mujeres del Centro Histórico de La Habana a través de la gestión del patrimonio cultural y la atención psicosocial con perspectiva de género», desarrollado de conjunto con Kultura, Communication y Desarrollo (KCD ONGD), financiamiento de la Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo (AVCD) y apoyo del Gobierno vasco. «Es en este entorno que surgió la idea de construir la Red Colaborativa de Mujeres de La Habana Vieja, integrada por gestoras culturales, emprendedoras, artistas y creadoras vinculadas a distintos ámbitos de las Industrias Culturales y Creativas (ICC) del territorio», aseveró Cárdenas.
Emprendedoras, colaborativas y conectadas
La iniciativa fomenta espacios y oportunidades educativas, alianzas estratégicas, el desarrollo de nuevos proyectos y la promoción del quehacer de las emprendedoras en espacios y soportes comunicativos diversos. También estimula iniciativas colaborativas encaminadas a transformar las relaciones de género y cuidar el medioambiente, a la vez que anima a la ciudadanía a tener una perspectiva crítica y resolutiva de los problemas que les afectan. Este proyecto conecta el compromiso y empuje de lugares como el Espacio para el Desarrollo Cultural Comunitario, el teatro Martí, la Casa de África, el Anfiteatro de La Habana, los centros culturales Habana Espacios Creativos y la Casa Titón y Mirtha, así como el proyecto de desarrollo local Sin Filtro.
Hasta el momento la Red ha potenciado acciones de gran impacto como Mujeres en Escena, del Teatro Martí, que agrupa no solo bailarinas, sino a artistas que apuestan por el desarrollo coreográfico. También los Evaloquios, evento desarrollado en Nodo Habana, cuya sede fue inaugurada este año. Estos encuentros de mujeres de letras buscan visibilizar el discurso feminista desde la literatura. Organizados por Sin Filtro y la Dirección de Gestión Cultural, cuentan con el liderazgo de la actriz y poeta Patricia Rodda y la también escritora Yanelys Encinosa, jefa del departamento de Programas Culturales.
Como parte de las propuestas de Rutas y Andares del presente mes de agosto tendrá lugar el Andar de la mujer emprendedora y creativa, con recorridos (días 9, 16 y 23) que permitirán conocer experiencias de vida y labor de algunas de las que ya pertenecen a la Red y actualmente trabajan en los almacenes San José, en el entorno de Habana Espacios Creativos, y en actividades asociadas a la gastronomía del Centro Histórico.
Si bien la Red destaca el poder y la fuerza de esas mujeres, también tiene el propósito de identificar jóvenes que residen en barrios vulnerables de La Habana Vieja y muestran potencialidades, e interés, para transitar, desde las ICC, por el camino de la autonomía emancipadora. Esta línea de investigación cuenta con el apoyo de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
Cultura como herramienta de transformación
Actualmente la OHCH y KCD ONGD, con financiamiento de la Agencia Vasca de Cooperación y Solidaridad, ejecutan el proyecto de cooperación internacional «Promoviendo la cultura como herramienta de transformación social en el Centro Histórico de La Habana, desde un enfoque de género, participación y sostenibilidad ambiental», que busca contribuir al desarrollo sostenible del Centro Histórico de La Habana, potenciando las industrias culturales y creativas (ICC) como motor de transformación y empoderamiento de grupos en desventaja social.
La experiencia, asociada al Espacio para el Desarrollo Cultural Comunitario y a la Red Colaborativa de Mujeres, es resultado de esa perspectiva de género con que desde hace varios años se mira la gestión cultural y patrimonial en el sector de las ICC en la OHCH. El proyecto se ha propuesto generar servicios y acciones socioculturales que contribuyan a disminuir las brechas y desigualdades de género existentes en el territorio. Con ese fin identificarán dos emprendimientos liderados por mujeres que carezcan de espacio físico para el desarrollo de su trabajo y les ayudará a emplazarse en los predios del antiguo Palacio de Jaruco, hoy sede de Espacio para el Desarrollo Cultural Comunitario.
Estas mujeres, agentes de cambio y protagonistas del proceso cultural, contarán además con apoyo en la promoción y visibilidad de sus emprendimientos en los diferentes medios y soportes de comunicación con que cuenta la Oficina, incluidas sus redes sociales. También serán invitadas permanentes a eventos, ferias y a la Ruta de la Mujer Emprendedora y Creativa en el Centro Histórico.
El proyecto contempla además el amparo necesario para crear una estrategia que fomente capacidades en adolescentes, jóvenes y mujeres vinculadas a sectores culturales y creativos; así como para implementar una comunicación con enfoque de género y establecer espacios de presentación e intercambio que promuevan la sostenibilidad ambiental y la equidad desde el Derecho, enfatizando el aporte de las mujeres.
La meta es ambiciosa, no se trata fundar nuevas instituciones o restaurar añejos edificios, como habitualmente hace la Oficina del Historiador, sino de cambiar prácticas, valores, conceptos, patrones culturales…para que la entrega de las mujeres sea próspera, exitosa y también socialmente reconocida.
El sueño es posible, la Red ha comenzado a tejerse.
