Beatriz Hernández Jiménez es una de esas jóvenes de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana (OHCH) que creció a la vera de Eusebio Leal Spengler (11 de septiembre de 1942-31 de julio de 2020). Su madre, Norma Jiménez, actual directora de la Casa Carmen Montilla, fue una de las fundadoras de las casas museos en la década de los 80, por lo que las calles del Centro Histórico y la obra que allí se ha gestado fueron el entorno natural de Betty, como todos le llaman.

«Conozco a Leal desde que tengo uso de razón, lo veía caminar por las calles, me saludaba, y yo le devolvía el gesto con todo el respeto y la admiración que una niña podía expresar. Según fui creciendo comencé a interesarme por la literatura, participé en concursos de literatura y Fiñes (*) 1se convirtió en mi libro de cabecera. Alguna que otra vez, Leal me concedió entrevistas o declaraciones para trabajos de clases. Eran frases minúsculas para una niña de la enseñanza primaria, pero en ellas me alentaba a que continuara por ese camino.

Cuando llegó el momento seleccioné estudiar Historia del Arte en la universidad. Él fue una de las primeras personas en saberlo. Me dijo que había elegido para mí, para mis intereses, la carrera más hermosa. Eso fue un motor, una energía enorme que me ayudó a concluir mis estudios».

Finalmente, el 22 de noviembre de 2022, Betty presentó el trabajo de diploma Elementos decorativos
hispanos en la arquitectura ecléctica habanera, con el cual se graduó de licenciada. La discusión de la tesis ocurrió, justamente, en la Casa Leal, espacio donde actualmente trabaja como especialista principal. «Leal es una figura importante para mí, también a nivel profesional. Mi carrera se desarrolla entre la curaduría, el trabajo con artistas visuales y el quehacer de la Oficina del Historiador. Estar en la Casa Leal ha sido un tremendo honor y un reto también, hay una combinación tremenda de lo sentimental con la admiración y el respeto por su obra».
¿Qué impacto ha tenido la Casa Leal en la permanencia de su legado?
La Casa Leal ha sido un espacio esencial para preservar y compartir el legado de Eusebio Leal. No solo conserva objetos personales y mobiliario que formaron parte de su entorno cotidiano, sino que también acoge actividades académicas, culturales y comunitarias que mantienen viva su obra. Desde su apertura, ha funcionado como un lugar de encuentro para investigadores, estudiantes y ciudadanos interesados en la historia de La Habana y en el pensamiento de Leal. Su impacto se mide en la continuidad de su visión: una ciudad que se cuida, se estudia y se ama.



¿Cuántos visitantes han recibido y cuáles son los asuntos que más les interesan?
Estimamos que la Casa ha recibido más de dos mil visitantes desde su apertura, con grupos semanales de entre 10 y 15 personas, incluyendo estudiantes, diplomáticos, mandatarios, investigadores, turistas y vecinos del entorno. Los temas que más interés despiertan son la vida personal de Leal, su labor como Historiador eterno de La Habana, y los objetos que conformaron su espacio de trabajo. También generan gran atención las asesorías en investigaciones, las presentaciones de libros y las conferencias que se han realizado en torno a su pensamiento y obra.


Desde hace algún tiempo la Casa ha estado sometida a un proceso de reparaciones. ¿Qué espacios serán reabiertos en este mes de septiembre?
Este mes reabrirá la totalidad de la Casa Leal, tras un proceso de restauración integral que ha incluido la reparación de filtraciones, sustitución de maderas afectadas, mejoras en la plomería, pintura general y arreglo de las techumbres. Esta restauración ha permitido recuperar varias estancias que estaban parcialmente cerradas, y devolver al inmueble su funcionalidad plena como espacio patrimonial y cultural.



¿Qué actividades han previsto para el aniversario del natalicio de Leal?
Para conmemorar el aniversario 83 del natalicio de Eusebio Leal se inaugurará una exposición transitoria dedicada a su vida y obra. Estará en la sala de exposiciones temporales de la Casa y reunirá documentos e imágenes que evocan su pensamiento y su labor al frente de la Oficina del Historiador.


¿Consideras que entre los niños que hoy participan de Rutas y Andares o del proyecto Niños Guías del Patrimonio podría estar el Leal del futuro?
Sin duda. Los niños que participan en Rutas y Andares y en el proyecto Niños Guías del Patrimonio están desarrollando una sensibilidad profunda hacia la historia, la ciudad y sus valores. En ellos se cultiva el respeto por el patrimonio, el amor por La Habana y el deseo de aprender y compartir. Es muy posible que entre ellos esté el Leal del futuro, o muchos Leales: personas comprometidas con su entorno, capaces de liderar procesos de transformación desde el conocimiento, la ética y la pasión por su comunidad.

- (*) Fiñes. Libro de memorias y relatos cortos escrito por Eusebio Leal, publicado por Ediciones Boloña. En ellos describe y reflexiona sobre su infancia. El volumen ha tenido varias ediciones (1994 y 2007); la última edición fue reimpresa en 2017. ↩︎