Por Teresa de Jesús Torres Espinosa
La Ruta Migraciones, religiosidad y huellas se inició en las Casas Museo de México, Guayasamín y Bolívar, donde sus directores abordaron la presencia de comunidades migratorias, así como las improntas de las culturas latinoamericanas que han perdurado en la cultura e historia de La Habana a lo largo de sus 500 años de vida.
Ante un nutrido grupo de público, Miguel Hernández, director de la Casa de México, comentó que las migraciones de este país hacia la Isla se remontan al siglo XVI, cuando, procedentes de Campeche, llegaron indígenas de origen maya a la capital cubana. Esos inmigrantes, dijo, trajeron sus comidas y pieles de venado para el trabajo de los talabarteros, entre otras tradiciones.
Precisó que, si bien se produjo un éxodo importante en la época colonial, ya en el siglo XX fue disminuyendo y hoy prácticamente no hay mexicanos en Cuba, al no ser por cuestiones de trabajo, integrantes del cuerpo diplomático o por otros motivos muy puntuales.
De la Casa de México los participantes en la ruta se dirigieron a la Guayasamín, donde Aliana Martínez, su directora, explicó que Ecuador no tuvo asentamientos de sus pobladores en Cuba. La presencia de este país se refleja en la mayor de las Antillas en tarjas o monumentos, dedicados a pobladores ilustres o personalidades de esa nación, que tuvieron vínculos con Cuba, como Eloy Alfaro (1842 -1912), Vicente Rocafuerte y Rodríguez de Bejarano (1783-1847) y el Pintor de Iberoamérica, Oswaldo Guayasamín (1919-1999).
Destacó, de manera particular, el monumento dedicado a Rumiñahui, inmolado por salvaguardar la integridad de su pueblo en los días de la conquista española, y que se erige en el Parque que lleva su nombre, situado en la esquina de las calles Mercaderes y Lamparilla. La escultura, consagrada al héroe indígena ecuatoriano, fue concebida y esculpida por Guayasamín.
Subrayó la especialista que en la gastronomía Cuba sí ha heredado algunos platos de la nación sudamericana, como los tostones, los tamales, y los caldos y las sopas, muy presentes en las mesas de los ecuatorianos.
La ruta cerró en la Casa Simón Bolívar que, como recordó su director, Álvaro Verdes, el próximo 24 de julio -aniversario del natalicio del Libertador- cumplirá 26 años y ha sido abanderada en la creación de puentes culturales entre Cuba, Venezuela y el resto de América Latina.
Verdes se refirió a la impronta cultural venezolana, materializada en monumentos y estatuas en plazas y parques habaneros, y a los intelectuales venezolanos que abogaron siempre por los nexos entre su pa